Los primeros resultados dan una ligera ventaja al europeísta Trzaskowski en las presidenciales de Polonia

«Por el momento, no veo una amenaza de tener que volver a contar los votos», declaró Sylwester Marciniak, presidente de la Comisión Electoral Nacional. «De hecho, somos conscientes de que esta diferencia será pequeña en porcentaje, pero según mis cálculos serán 120.000 votos», señaló.

El problema es que la misma euforia se apoderaba también del Teatro Mała Warszawa, donde Karol Nawrocki proclamaba que «¡ganamos en el recuento, sabemos que va a pasar!». Se basaba en el dato de votantes de Mentzen Slawomir, que en un 88,1% le habían votado a él según la misma encuesta. «¡Ganaremos y salvaremos a Polonia. No permitiremos la autoridad de Donald Tusk y el monopolio del poder malvado, la autoridad que no se preocupa por las finanzas públicas, la autoridad que nos quita nuestros grandes sueños y aspiraciones!», arengó a sus seguidores.

La alta participación podría haber beneficiado finalmente al candidato apoyado por Plataforma Cívica, Rafal Trzaskowski, que acudió a votar a las seis de la tarde y animaba en redes a votar hasta última hora. «!Queridos, nosotros ya hemos votado. ¿Y ustedes? Los colegios electorales siguen abiertos hasta las 21:00!», lanzaba en redes su llamada. «Hay cola para votar en Sopot, señal de alta participación», celebró de antemano el primer ministro polaco, Donald Tusk, cuando acudía a votar con su esposa Małgorzat en la Escuela Primaria Jan Matejko. «Esta puede ser la votación más importante en toda la historia de las elecciones en nuestro país», subrayaba Tusk en referencia a la trascendencia del momento político. «¡Luchamos por la participación más alta en la historia de la Polonia democrática! ¡Animemos y votemos!», fue el grito de guerra del ministro de Justicia, Adam Bodnar.

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Las encuestas habían avanzado prácticamente un empate y, si una vez terminado el recuento la diferencia es muy estrecha, podría dar lugar a disputas legales prolongadas con graves consecuencias para la política polaca y europea. El Tribunal Supremo de Varsovia es el competente, concretamente la Sala de Revisión Extraordinaria y Asuntos Públicos, que fue creada durante el gobierno nacionalista de Ley y Justicia (PiS) y no cuenta con personal imparcial, según el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Este lo acusa de estar formado por jueces que no fueron elegidos independientemente del poder judicial, como ocurría anteriormente, sino que fueron nombrados por el PiS. Si esta cámara declara inválido el resultado de las elecciones, ningún presidente podría prestar juramento. «Entonces tendríamos un gran problema», explica Paweł Kuglarz, abogado y director de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cracovia.

Desde antes de las elecciones, el PiS ha criticado el supuesto acceso injusto de su candidato a los debates televisivos y también ha expresado quejas sobre la financiación ilegítima de la campaña electoral de Trzaskowski, mientras que al partido conservador le han sido cancelados millones de euros en subvenciones estatales debido a la financiación ilegal de su campaña electoral de 2023.

Si el escrutinio confirma suficientemente la victoria de Trzaskowski, Tusk procederá lo antes posible a revertir esta y otras decisiones en el ámbito judicial del anterior gobierno, ya sin cortapisas desde la presidencia. Tiene esperando, además, una intensa agenda de reformas, que incluye la promesa de castigar a los políticos del PiS culpables de malversación y corrupción, cuyas condenas ha estado bloqueando hasta ahora desde la Presidencia de Andrzej Duda, afín a ese partido.

A pesar del alto grado de polarización y de la tensión política generada por estas presidenciales, la Comisión Electoral Nacional destacó que la jornada transcurrió de forma «completamente pacífica» y «prácticamente sin incidentes». El más grave de ellos fue la muerte de un votante de 75 años de edad, que se desmayó mientras hacía cola en el colegio electoral del distrito de Krowodrza, en Cracovia, y falleció mientras era trasladado al hospital.