Luis Herrero

Nunca hemos estado peor

El columnista contemporáneo que avizoró este peligro con más perspicacia fue David Gistau

Luis Herrero

Cazando moscas

Ya no hay risas compartidas, ni abrazos, ni peleas. Se ha terminado el contacto personal

Luis Herrero

Nunca más

Es especialmente bochornoso que su jefa política, Teresa Ribera, esté cuerpo a tierra y siga sin dar la cara

Luis Herrero

Paiporta

Sánchez no se da cuenta de que las víctimas se han sentido abandonadas

Luis Herrero

Tenemos que hablar

Harían bien los políticos en apearse de los maximalismos

Luis Herrero

Silencio en la sala

Los ministros no están solos. Cuentan con el apoyo inestimable de no pocas togas con puñetas en la bocamanga

Luis Herrero

De mal en peor

La mentira se ha convertido en la moneda de cambio de los discursos oficiales

Luis Herrero

Opus

Tengo para mí que es imposible entender el carácter sobrenatural de una empresa si se llevan puestas las gafas de leer de tejas abajo

Luis Herrero

Reconciliación

Teniendo en cuenta que la verdad no es parcelable, ¿qué va a hacer el emérito? ¿Contar la historia entera? ¿Sin elipsis, sin omisiones?

Luis Herrero

El factor humano

No podemos generar huracanes con el aliento ni emitir rayos con los ojos. Nuestra grandeza es nuestra debilidad

Luis Herrero

El amigo indeseable

La Venezuela chavista nunca ha sido una democracia

Luis Herrero

Lo de siempre

Lo asombroso hubiera sido que los Mossos cumplieran con su obligación

Luis Herrero

Telón

No es la vuelta a la rutina laboral lo que nos entristece cuando cae el telón de las vacaciones sino la duda de si volverá a levantarse el verano siguiente

Luis Herrero

Este agosto

Es su mejor baza para seguir pastando un poco más en la dehesa de La Moncloa

Luis Herrero

Robar un beso

Si es verdad lo que cuenta la ficción, la iniciativa ha cambiado de bando y ahora son ellas las que marcan el ritmo de las primeras escaramuzas

Luis Herrero

Arengas

Para librar una batalla hace falta atiborrar las arterias de adrenalina y para lograrlo hay pocas cosas más eficaces que un parlamento incendiario