La presidencia de la COP28 propone a los países «una transición que abandone los combustibles fósiles para 2050»

No obstante en las 21 páginas de este borrador, no aparece el término «eliminar los combustibles fósiles». Concepto que han defendido numerosos países, entre ellos España liderando la Unión Europea, a lo largo de estas dos semanas de celebración de la cumbre del clima. «Es un texto muy pobre», advierte Javier Andaluz, responsable de cambio climático de Ecologistas en Acción. «No hay mejoras en el lenguaje sobre equidad», señala Brandon Wu, director de Política y Campañas y responsable de justicia climática internacional de Action Aid USA, en su cuenta de X, antes Twitter.

Esta nueva propuesta modifica sustancialmente el lenguaje para sumar a más países al consenso definitivo. «Parece ser que este será el texto que irá al plenario», señala Andaluz. Si finalmente estas 21 páginas cuentan con el visto bueno de todas las partes en la última sesión de la COP28, al formar parte del Balance Mundial (Global Stoctake), los países tendrán que incorporar estos puntos en sus planes de descarbonización.

El nuevo borrador acota más las posibilidades de adaptación de estas recomendaciones a la legislación de cada país. En la primera versión, la presidencia utilizó el condicional del verbo poder para introducir las diferentes opciones de conseguir la meta de cero emisiones en 2050. En esta actualización «llama a los países» a elegir ocho vías. Sin embargo, «el lenguaje de circunstancias nacionales podría conducir a resultados con el mínimo común denominador», apunta Wu.

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La actualización también deja claro que el trabajo de los países para ayudar al mundo a lograr «reducciones profundas, rápidas y sostenidas» de las emisiones de gases de efecto invernadero debe basarse en el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas. También recoge concesiones a los países en desarrollo al enfatizar la necesidad de financiación y transferencia de tecnología como «facilitadores críticos de la acción climática».

Al mismo tiempo, el presidente Al-Yáber con esta propuesta llama a los países a reducir rápidamente el uso constante del carbón, donde no se capturan las emisiones derivadas de su uso y como se puso de manifiesto en el primer borrador del lunes se insta las partes a «eliminar gradualmente, lo antes posible, los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles que no abordan la pobreza energética ni las transiciones justas».

A lo largo de los más de 15 días de cumbre climática en Dubái, el debate sobre el texto final quedó reducido, una vez puesto en marcha el Fondo de Pérdidas y Daños, a la «eliminación gradual» o «reducción progresiva» de los combustibles fósiles. Este punto ha hecho encallar las negociaciones en numerosas ocasiones en esta COP28.

La negativa de países como Arabia Saudí, principal exportador de petróleo del mundo, y de Iraq, un país cuya economía también depende de este combustible fósil, en los numerosos encuentros multilaterales que han sido abiertos al público han mostrado su rechazo. Finalmente, esta propuesta no cuenta con la escritura del concepto eliminar o reducir los combustibles. «Es inadmisible», apunta el responsable de cambio climático de Ecologistas en Acción.

A pesar de las primeras voces en contra de la sociedad civil, el texto irá al plenario de la COP28 que comienza a las 10 horas, 7 de la mañana en España.