Julio José Iglesias y Charisse Verhaert: la boda de los padrastros

No ha debido de ser nada fácil para Tamara Falcó colocar en las mesas a los invitadis del convite de la boda de su hermano Julio José Iglesias con la bellísima Charisse Verhaert, que tendrá lugar este sábado en Madrid. Con tanto padrastro, madrastra e hijastros sueltos hay que tener cuidado con no confundir a las familias provocando incómodos encuentros entre los comensales.

Hagamos recuento. Por un lado, se espera que acudan a la esperada cita nupcial los exmaridos de Isabel Preysler Julio Iglesias y Carlos Falcó , y por supuesto, su actual esposo, Miguel Boyer . Por tanto, los hijos de la inmaculada cara de Porcelanosa, Enrique, Chabeli y Julio José Iglesias, Tamara Falcó y Ana Boyer, que a la vez son hermanastros , se encontrarán con lo que podríamos denominar como sus padres políticos.

Aunque lo más interesante es el propio encuentro de la Preysler con sus ex parejas. ¿Se hablarán? ¿Se ignorarán? ¿Harán el esfuerzo por sus hijos? Después de todo, la hija de su segundo matrimonio, Tamara, quien se ha encargado de los preparativos en la finca de su padre (Carlos Falcó, Marqués de Griñón), ya manifestó su deseo de que « acudan los tres hombres que han formado parte de la vida» de su madre.

Pero ahí no acaba todo. Ya sabemos que el hermano mayor de la familia, el cantante Enrique Iglesias, no acudirá a la boda de Julio Iglesias Jr. , según indicó, por compromisos laborales, lo que ha vuelto a despertar los rumores sobre la más que fría relación que mantendría con su padre, Julio. Con esta baja anunciada, serán el propio novio, Julio José y su hermana Chabeli quienes se encuentren en la celebración con su otra madrastra, Miranda Rijnsburger , que no sabemos si acudirá con su angelical prole de rubios. En caso de que lo hiciera, serían otros cinco hermanastros del novio los que se sumarían al este convite de tan complicada genealogía.

Como en principio la de la modelo y el mediano de los Iglesias Preysler va a ser una boda íntima, solo nos queda imaginar el papelito del fotógrafo a la hora de organizar las instantáneas que quedarán para el recuerdo. Y claro, si la sonriente cara de Charisse estará como de costumbre. Porque ¿qué pensara ella de todo esto?