Mar de ardora en Estorde: la playa gallega donde el mar brilla por la noche
No hay cita más mágica ni momento más singular que disfrutar de una noche de verano sin luna
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Cada verano, la playa de Estorde, en la costa gallega, se convierte en un escenario mágico cuando sus aguas se iluminan con destellos azules y tiñe el ambiente de una atmósfera especial, pintando un lienzo perfecto para descubrir uno de los acontecimientos más sorprendentes que el ser humano puede captar en una playa: el mar de ardora. Este fenómeno de bioluminiscencia, poco común y espectacular, atrae a quienes buscan vivir una noche diferente junto al Atlántico.
Esta belleza que nace del mar puede admirarse en el litoral que baña el municipio de Cee durante el mes de agosto y septiembre, cuando sube la temperatura del agua. La playa de Estorde, en la parroquia de Toba, es una de las más visitadas por turistas y locales gracias a sus aguas tranquilas y porque cuenta con todo tipo de servicios: accesos señalizados, salvamento marítimo, duchas, aseos, camping, restaurantes y aparcamientos. Es de arena fina y blanca y tiene unos 350 metros de largo y una anchura de 30 metros.
El mar de ardora ocurre durante las noches cálidas y tranquilas debido a la acumulación de noctiluca, un organismo unicelular marino que se alimenta de las microalgas que proliferan en esta temporada y son capaces de emitir bioluminiscencia durante la noche cuando son agitadas por el movimiento del agua, creando un espectáculo visual fascinante.
Julio Verne en su obra 'Veinte mil leguas de viaje submarino' describió como el capitán Nemo y el profesor Aronnax observaban desde el Nautilius algo parecido a campos de hielo en una noche sin luna. Se trataba de este fenómeno, cuando los vientos del sur o del este y la subida de la temperatura del agua debido al calor hacen que el mar se tiña de un azul eléctrico y resplandeciente.
¿Qué ver en Cee?
Además del mar de ardora en Estorde, Cee cuenta con un rico patrimonio que poder visitar, además de ser enclave esencial para quienes recorren el Camino de Santiago hacia Fisterra.
Cuenta la leyenda que un día de tempestad un barco extranjero halló refugio en la costa. Aunque el cielo abrió, los marineros no pudieron reemprender su marcha porque sintieron cómo una fuerza externa los obligaba a permanecer allí. Tras adentrarse en tierra firme, entre los juncos encontraron una imagen de la Virgen con el niño en brazos. Con el tiempo, pasó a ser conocida como la Virgen de la Xunqueira o 'la aparecida'.
En su honor, se erigió la iglesia de Santa María de Cee, cuyas primeras referencias documentales datan del siglo XV. En 1809, durante la guerra de la independencia española, la iglesia fue incendiada por las tropas napoleónicas. Desafortunadamente, no se salvó nada, excepto parte de la capilla mayor y un palio del siglo XVII.
La devoción del pueblo de Cee hacia su patrona, la Virgen de A Xunqueira, ha sido un motor de unión comunitaria durante más de tres siglos, permitiendo incluso la reconstrucción del templo donde hoy se venera su nueva talla.

El Arzobispado de Santiago de Compostela, en 2023, le concedió la calificación de Santuario. Así, este templo de más de 600 años de historia fue reconocido como lugar de peregrinación por la gran devoción que despierta la Virgen de A Xunqueira en Cee y en la comarca. De hecho, cada año, durante las fiestas patronales, que se celebran el 15 y 16 de agosto, miles de personas regresan en peregrinación.
Patrimonio civil
Entre los hitos patrimoniales más destacados de este municipio, situado a 94 km. de A Coruña y a 74 de Santiago de Compostela, se encuentra la figura de la Piedad, el vestigio más antiguo conservado en Cee (más de 150 años de historia) situado en el Campo do Sacramento, en pleno Camino Xacobeo a Fisterra, una vez que el peregrino empieza a descender por la parroquia de Brens y llega a la zona urbana de Cee.
El Camino de Santiago y las Ballenas son también dos de sus imprescindibles. El primero fue inaugurado en 2019 como un homenaje al peregrino representado por el bordón y las botas del peregrino. El segundo es una parada obligatoria por su gran belleza y simbolismo, ya que representa el pasado ballenero de la villa de Cee, que se encuentra a escasos metros del Santuario. Esta escultura de dos metros y medio de altura en bronce, obra del escultor Miguel Couto, fue inaugurada en la plaza del Ayuntamiento el 3 de agosto de 2010.



El municipio también ha sabido a lo largo de los años representar el legado de sus grandes figuras históricas, como el monumento a Fernando Blanco de Lema, impulsor de la educación en la villa, y Domingo Antonio de Andrade, arquitecto clave del barroco gallego y autor de emblemas como la Torre del Reloj y el altar mayor de la Catedral de Santiago. A ellas se les suma el monumento a la Mujer Trabajadora, en la plaza 8 de marzo; el de a la medicina rural, situado justo enfrente de la Casa de Cultura junto a los jardines del paseo marítimo; el monumento a los defensores de las libertades, a escasos metros del anterior; y la Peregrina de Cee, una figura femenina fuerte y moderna que rinde tributo a las mujeres que emprenden el Camino de Santiago.
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