Leopoldo Pomés congela la Barcelona del 57
Foto Colectania acoge una muestra del fotógrafo y publicista barcelonés dedicada al alma de la capital catalana
maría güell
Era la Barcelona en blanco y negro. Corría el año 57 y Leopoldo Pomés paseaba por su ciudad con la cámara colgada del cuello. “Nunca planeaba el trabajo, era muy espontáneo”, destaca Pomés rodeado de ochenta imágenes que corresponden a un proyecto sobre ... el alma de la Ciudad Condal que le encargó el editor Carlos Barral hace cincuenta y cinco años y que nunca se llevó a cabo porque los responsables de Seix Barral pensaron que no funcionaría.
Medio siglo después –quizás el momento idóneo para reflexionar sobre la evolución de la urbe- recuperamos ese trabajo con la exposición “Barcelona 1957”, de Leopoldo Pomés, en la Fundació Foto Colectania . Todos los rincones tienen su poética pero Las Ramblas ocupa un lugar preferente. “Las Ramblas era un paseo lúdico y maravilloso; era el paseo más bonito del mundo –declara el artista sin complejos-. Ahora es horrible, no sólo han prohibido la venta de pájaros y jaulas sino que lo han invadido de tiendas de souvenirs donde se venden sombreros mexicanos”.
Hace medio siglo, Pomés amaba profundamente Barcelona, pero “también la odiaba por la falta de libertades absolutas que se vivía en ese momento". Descubrimos el metro donde su cámara captó a un grupo de monjas mirando a un apuesto caballero, una familia cruzando la calle del Carme en la esquina con Las Ramblas, una modesta familia paseando por la Plaza Cataluña o un cartel de un espectáculo de Lola Flores.
El tiempo no pasa en vano. Ahora puede desvelar que “el hombre que aparece apoyado en la puerta del bar Casa Almirall es el padre del escritor Terenci Moix y que el niño que transporta la garrafa de aceite hoy es un jubilado de la Diputación de Barcelona simpático y entrañable que vendrá a ver la exposición”. Esta muestra recupera copias de época que han sido "redescubiertas" por el propio Pomés: "Desde que dejé la publicidad, dicen que hago de minero, porque bajo a las profundidades de mi archivo, donde encuentro diamantes” . Asimismo, se incluyen fotografías que ya son iconos y que se han visto en otras retrospectivas.
La exposición, que podrá verse hasta el 26 de enero del próximo año, se complementa con un documental sobre la trayectoria de Pomés y con un libro, que Colectania ha editado junto a La Fábrica, con textos de Juan Manuel Bonet, y una conversación entre el fotógrafo y el escritor Eduardo Mendoza. La portada está marcada por la mirada de una joven con moño y pendientes que pasea a buen ritmo acompañada por su madre.
Todo está cuidado hasta el último detalle incluso unas audioguías con la voz de Leopoldo Pomés que narra las peripecias de algunas de las fotos.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete