España y Marruecos expulsan de la Isla de Tierra a los inmigrantes subsaharianos

Fuentes militares han señalado a ABC que, tras el acuerdo alcanzado entre ambos países, han sido 73 las personas entregadas a Marruecos , cuya costa dista pocos metros del islote de soberanía española. España, por su parte, ha acogido a diez inmigrantes. El desalojo de los irregulares ha terminado alrededor de las 04.00 horas de la madrugada y, según señalan las mismas fuentes, l os miembros del Ejército de Tierra no han pisado el peñón sino que se han limitado a ofrecer apoyo logístico desde el mar. El oficial del destacamento de Alhucemas fue quien se dirigió a los inmigrantes, con los que ya tenía confianza por haberles suministrado alimentos y mantas, y trató de facilitar el desalojo.

No en vano, y dado que las fuentes militares aseguran no haber pisado el islote, la cantidad de inmigrantes desalojados apuntaría a que sí lo habrían hecho miembros del ejército marroquí . El desalojo, que comenzó de manera pacífica, culminó, no obstante, con varios forcejeos.

Isla de Tierra es un peñón deshabitado de una extensión menor a la de un campo de fútbol y donde se han cobijado los inmigrantes, esperanzados en que Interior los traiga a España, vía Melilla.

El mensaje que quería lanzar el Ministerio del Interior es que llegar a un peñón o a un islote de los que tiene nuestro país en el Norte de África no garantiza el paso a la Península. «Es territorio nacional en sentido estricto, pero no es un paso», reiteran fuentes consultadas por ABC.

Al margen del posible efecto coladero que supondría otorgar a estos «sin papeles» el mismo tratamiento que si hubieran llegado en patera o cayuco a cualquier punto de la Península, las mismas fuentes inciden en el elevadísimo gasto que acarrearía. Melilla está a más de cien kilómetros del islote, mientras que Alhucemas se encuentra a menos de 30 metros, según las mareas. Horas antes de la intervención, el Ejército había evacuado de la isla a ocho menores y dos mejores, a los que había trasladado al Peñón de Alhucemas.

Al problema de los islotes (Chafarinas, Alhucemas y ahora Isla de Tierra) hay que sumar el nuevo intento de salto a la valla de Melilla la pasada madrugada. En dos acciones coordinadas entre las tres y media y las cuatro de la madrugada de ayer otros 160 inmigrantes habían asaltado la valla por dos zonas distintas del perímetro fronterizo. La mayoría fueron rechazados por fuerzas marroquíes y por la Guardia Civil, aunque entre cinco y diez de ellos consiguieron colarse.