La CHD corta los riegos en el Esgueva y prevé hacerlo en el Pisuerga -Bajo Duero
El bajo caudal en estos sistemas impedirá regar en septiembre. Valín advierte de que la situación de la cuenca es mala

Ya antes de comenzar se auguró que iba a ser una campaña atípica y complicada y el paso de los meses no ha hecho más que confirmar las peores expectativas. Si siempre hay que mirar con cuidado cómo se gasta el agua, en años de sequía como el actual, es mucho más importante. Aún así, la escasez de lluvias acumuladas impedirán que la temporada de riego, que ya se tuvo que adelantar en algunas zonas ante la falta de humedad en los terrenos, acabe en condiciones normales. Tanto que ayer por la tarde, la Confederación Hidrográfica del Duero acordó cortar, aunque por el momento de forma temporal, los riegos en el Esgueva.
La «falta de caudales circulantes» por este río, especialmente en la provincia de Valladolid, está detrás de esta decisión, por la que se impone la «restricción temporal» a los usos de concesiones para riego tanto procedentes de tomas directas del río como de los pozos situados en la denominada zona de policía, esto, a una distancia de 100 metros del cauce. A la espera de ver cómo evoluciona el caudal, desde el día 10 a 18 de agosto, ambos inclusive, los agricultores que se surten del Esgueva no podrán regar, y así la prohibición se mantendrá mientras el caudal circulante sea inferior a 150 litros por segundo. Si supera esa cifra, sólo se podrá regar una vez a la semana hasta que no rebase los 300 litros.
Este río, sobre el que no existe regulación a través de embalses, salvo pequeñas presas para consumos de zonas adyacentes, es uno de los que presenta mayores dificultades. Y en situación similar se encuentra el Torío, en León, otro cauce sin regulación. La CHD, según anunció por la mañana su presidente, José Valín, también está analizando la posibilidad de tomar «medidas drásticas en una situación de urgencia» y que en todo caso «hay que justificar jurídicamente» y adecuarlas a los territorios, porque la situación no es la misma en todos los tramos del cauce.
Y no son las únicas zonas con dificultades. Aunque los problemas son más graves en los ríos sin regulación, los hay que cuentan con embalses en los que su estado es preocupante. Tanto que Valín también avanzó que a partir de septiembre, con toda probabilidad, deberán suspenderse los riegos en el sistema Pisuerga-Bajo Duero, que afectan a las provincias de Ávila, Burgos, Palencia, Salamanca y Valladolid.
Y es que en el Pisuerga-Bajo Duero (regulado por los embalses de Requejada, Cervera y Aguilar) se encuentra, en su conjunto con unas reservas «bastante bajas», al 20% de su capacidad, con 64,4 hectómetros cúbicos acumulados sobre una capacidad de 322, cuando el año pasado por estas fechas estaba al 35,7% y la media de los diez últimos años se sitúa en el 51%.
Abastecimiento asegurado
Con estas cifras, advirtió Valín, se podrá «aguantar a duras penas el mes de agosto», en el que se irá bajando paulatinamente el agua que se destina a riego en una zona que ya comenzó con turnos para dosificar bien el preciado líquido. Además, no habrá «posibilidades de regar en el mes de septiembre salvo que se pusiera a llover lo mucho, lo cual, de acuerdo con las previsiones que estamos recibiendo, no es probable», advirtió el presidente del organismo de cuenta durante una visita a la localidad vallisoletana de Tudela de Duero para inaugurar las obras de recuperación medioambiental del río Duero a su paso por la localidad.
En la última junta de explotación, celebrada a mediados de julio, la CHD ya negoció con lo regantes un acortamiento de la campaña de riego si la situación de los embalses no cambiaba y, lo cierto es que la evolución desde entonces ha sido «negativa», por lo que «probablemente», apuntó Valín en declaraciones recogidas por Ical, la Confederación adelante «un poco más el corte sobre lo previsto», salvo que puedan reducir poco a poco los caudales para poder mantener una reserva «adecuada». Una cantidad que, según dijo, a finales de agosto no puede ser de menos de 40 hectómetros cúbicos embalsados en estos pantanos para asegurar el abastecimiento y el caudal circulante del Pisuerga a su paso por Valladolid y el Duero, por Zamora. En estos momentos, los tres vasos suman 64 hectómetros cúbicos de agua, pero es mucho más el líquido que sale que lo que entra.
Pese a la «dificultad tremenda» que se vive, el presidente de organismo de Cuenca también lanzó un mensaje tranquilizador a la población, ya que aseguró que el abastecimiento, «obligación fundamental» y «prioritaria» de la CHD «por encima del regadío», está asegurada en los sistemas Pisuerga y Bajo Duero, de los que beben Valladolid y Zamora.
En general, la reserva hidráulica de la cuenca del Duero es mala, según reconoció el propio José Valín, aunque con diferencias entre unos embalses y otros. De media, está al 47,2%, según los datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Eso supone que cuenta con 3.545 hectómetros cúbicos de agua en almacenados de los 7.507 que tiene de capacidad, una cifra un 34,82 puntos inferior a la registrada el año pasado y 24,33 por debajo de la media de los últimos diez años.
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