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piragüismo

Londres 2012: David Cal contra el viento

El piragüista gallego, pendiente del aire en Eton, compite este lunes en las series de C1 1.000 buscando con una quinta medalla ser el olímpico español más laureado de la historia

Londres 2012: David Cal contra el viento efe

david álvarez

Las últimas once semanas de preparación antes de los Juegos, David Cal las vivió con el cielo de un lugar situado a 1.000 kilómetros del sitio en el que se despertaba, en Cervo (Lugo), muy cerca de Sargadelos, y del mar. Los planes del día los marcaban nubes que no veía. Al comenzar el día, o a veces la noche anterior, Suso Morlán , su entrenador desde los 14 años, consultaba el tiempo y los vientos en el canal de Eton Dorney, donde el canoísta gallego empieza este lunes (11.00 horas, TDP) a competir en la disciplina de C1 1.000 metros. Con esos datos del tiempo de otro lugar en la cabeza, Morlán decidía qué hacer en el entrenamiento del día, en qué sentido remar en el embalse Riocobo, para que fuera como remar en Eton. El canal donde se disputa la competición olímpica, a pocos minutos del elitista colegio de primeros ministros y príncipes, se encuentra situado en un parque protegido, una zona de terreno muy abierto al oeste de Londres. Un lugar sin abrigo del aire, que se siente sobre el agua en cuanto se mueve, sin ningún árbol ni construcción para obstaculizarlo. Eso a Cal le preocupa.

Por eso, Morlán lleva más de tres años estudiando las costumbres del aire sobre esa lengua de 2,2 kilómetros de agua. Tiene almacenados datos históricos diarios que se remontan a 2008 y que sugieren que a las horas de competición el viento acostumbra a soplar más suave que por las tardes. También dicen esos datos que cuando el aire se mueve les pega a los piragüistas de cara. Eso a Cal le preocupa. «Prefiero que sople a favor, que salga una carrera rápida», dice siempre el gallego, que también sabe que ese viento de cara llega habitualmente desde el costado derecho. Él, zurdo, clava la pala en el opuesto, por lo que aún le provoca alguna dificultad extra.

Por eso miraban un cielo a 1.000 kilómetros al norte cuando se levantaban en Cervo . Escogieron el lugar después de visitar el canal de los Juegos en octubre de 2009. «El clima es muy parecido a Londres, y tenemos dos pistas en forma de cruz en las que podemos entrenar en la misma dirección que esté soplando el viento en Londres», explica Cal. Así fueron a parar al hotel rural Anatur, a orillas de un riachuelo que el piragüista puede ver desde su habitación, siempre la misma en las 200 noches que ha pasado allí en los últimos tres años. Una segunda casa, una segunda familia. «David, que es muy niñero, juega mucho con mi hija María, y ella con él. Cuando estuvieron la primera vez aquí, ella tenía un año y ya ha cumplido cuatro», cuenta Manuel Vicente , dueño del hotel que regenta desde 2007 junto a su mujer, Cristina Rodríguez.

«Al convivir con ellos, la gente que trabaja aquí se sorprende de lo normales que son. Le hacemos una dieta siguiendo unas pautas diseñadas por un médico, pero no son muy estrictas: mucha plancha, pocas grasas, y proteínas e hidratos de carbono. David tiene muy buen saque y le gusta todo. Nunca ha pedido ningún capricho», dice Vicente. Morlán y Cal llevan allí una vida tranquila y muy pautada, totalmente dedicada a los entrenamientos. Desayuno a las 8.15; salida a entrenar a las 9.00; regreso a las 12.00; comida a las 13.30; descanso; salida a entrenar a las 16.00; regreso a las 19.00; cena las 20.30. «David se va enseguida a dormir, descansa mucho, es muy metódico», afirma Vicente, que muchas noches se quedaba charlando con Morlán, mientras se tomaba un café y fumaba un pitillo. Esas noches le hablaba del viento y sus registros. «Como es matemático de formación, es un controlador de datos tremendo y aquí intentaba escenificar lo que pasaba en Londres», cuenta Vicente.

Cuando terminaron su retiro en Cervo, Cal estaba animado: «Los tiempos en los entrenamientos han sido mejores que antes de Pekín, pero eso hay que demostrarlo». En 2008, el gallego (Cangas de Morrazo, 10 de octubre de 1982) cruzó la meta en segundo lugar, por detrás del húngaro Attila Vajda . Este lunes, Cal, ya directamente bajo el cielo de Eton que estuvo semanas simulando en Galicia, empezará a medirse con aquello. La final es el miércoles a las 10.48 horas. También se mide con la historia, a la caza de su quinta medalla olímpica, después de las dos de Atenas 2004 (oro en C1 1.000m, plata en C1 500m) y las dos de Pekín 2008 (plata en C1 1.000m y en C1 500m). Ahí le espera la leyenda de convertirse en el olímpico español con más trofeos de la historia , posición que todavía comparte con Arantxa Sánchez Vicario y Joan Llaneras.

Después, le esperan en Cervo, donde regresa después de las competiciones, aunque en plan de fin de semana, para sacar a comer a su familia del hotel. A descansar bajo el cielo que de verdad tiene encima.

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