Cine y videojuegos, amistades peligrosas

Incluso Hideo Kojima , creador de la saga «Metal Gear Solid» , ha confesado recientemente que abandonó el cine porque se «enamoró del arte de hacer videojuegos» , y en los últimos días se han conocido los directores de las adaptaciones de sendos clásicos consoleros: «Need for Speed» , la auténtica inspiración de la saga «A todo gas», a cargo de Scott Waugh , director de «Acto de valor» ; y «Shadow of the Colossus» , la obra maestra de Team ICO que llevará a la gran pantalla Josh Trank , autor de la aclamada pieza de ciencia ficción indie «Chronicle» .

Y es que el cine moderno le debe mucho al videojuego . No hay que olvidar que uno de los títulos más revolucionarios de principios de los 80, «Tron» , tiene un ADN típicamente arcade (al poco, como suele suceder, las consolas le devolverían la pelota con «Discs of Tron» ), y que una de las películas más populares y taquilleras de la década, «Juegos de guerra» , también se basa en un presunto y endiablado videojuego de estrategia bélica. Siguieron filmes más secundarios como « Joysticks», «Bishop of Battle», «Juego secreto» o «The Wizard» , hasta que en los 90 la industria del ocio electrónico mostró suficiente musculatura como para que Hollywood se animase a copiar y pegar del chip al celuloide.

Y, casualmente, al que le tocó pagar primero el pato fue al reciente Premio Príncipe de Asturias Shigeru Miyamoto , que vio cómo su querido fontanero era convertido en un grotesco personaje encarnado por Bob Hoskins en la horrenda «Super Mario Bros.» (1993). Por cierto, su otra obra maestra, «The Legend of Zelda» , fue objeto de mofa cuando la web IGN colgó el día de los inocentes de 2008 un falso tráiler basado en una hipotética e imposible adaptación de tan mágico videojuego (un par de años más tarde, unos fans hicieron una charlotesca película que obligó a Nintendo a tomar cartas en el asunto). Graciosillos...

El caso es que, un par de cintas de similar pelaje (las macarrónicas «Double Dragon» y «Street Fighter» , ambas de 1994 ), y que igualmente pincharon en taquilla, estuvieron a punto de liquidar el subgénero, pero en esto apareció al año siguiente Christopher Lambert con la adaptación del ultraviolento «Mortal Kombat» , recaudó unos 70 millones de dólares , y los ejecutivos de los estudios reconsideraron su posición. Aunque el espaldarazo definitivo llegaría en 2001, cuando Angelina Jolie prestó su palmito para encarnar a Lara Croft en «Tomb Raider» , mediocre adaptación pero taquillazo histórico, al que se unió al año siguiente Milla Jovovich con «Resident Evil» , saga que va por la quinta entrega (a estrenar el 14 de septiembre ) y unos ingresos aproximados de un billón de dólares , billete arriba, billete abajo.

Pero no todo el monte es orégano : la abrumadora mayoría de trasvases no alcanzan el nivel de calidad mínimo, exceptuando casos como «Silent Hill» (aunque se parecía al juego de Konami como un huevo a una castaña), la fría «Final Fantasy» , sobre todo por el chiste de incorporar actores virtuales, innovación que algunos ingenuos vieron como el futuro del cine (por suerte no ha sido así), o algunas incursiones en la animación, con la ya mítica saga «Pokémon» al frente.

Así, muchos aficionados al cine y los videojuegos hemos tenido que aguantar auténticos bodrios híbridos de la calaña de «Hitman» (cuya secuela será dirigida por el español Daniel Benmayor ), «Max Payne» (con un insoportable Mark Wahlberg con cara de «¿qué hago yo aquí?»), «Dragon Ball Evolution» (vade retro), «Tekken» (al menos las chavalas luchadoras alegraban la vista), «Prince of Persia» (al menos, Jake Gyllenhaal lucía percha) o, principalmente, las atrocidades perpetradas por ese siniestro cineasta llamado Uwe Boll , enemigo número 1 de los fanáticos del videojuego «gracias» a filmes como «House of the dead», «Bloodrayne», «Alone in the dark» ... Menos mal que «World of Warcraft» supo salir de sus garras a tiempo.

Tampoco hay que olvidar los proyectos que llevan encerrados en la nevera durante años, como las adaptaciones de «Halo» (con Peter Jackson y Guillermo del Toro marcando ya de lejos al Jefe Maestro), «Gears of war», «Kane and Lynch» (protagonizado por Bruce Willis y Jamie Foxx , y que tras muchas visicitudes, parece que el año que viene verá la luz), la eterna «Duke Dukem» , la prometedora pero problemática «Uncharted» o la terrorífica «Bioshock» , para la que tentaron largamente a Juan Carlos Fresnadillo .

En fin, que hay cuerda para rato, a pesar de todo, ya que la rentabilidad y la audiencia están aseguradas a poco que el producto sea decente (o a veces no). Claro que, dando una vuelta a la manivela, ¿alguien se animará con un drama metafísico sobre la fugacidad del tiempo y el espacio basado en el «Tetris» ? Eso sí que puede ser puro cine experimental y arrasar en los festivales de postín...