De visita por los comercios centenarios
La alcaldesa Ana Botella recorre algunos de los establecimientos con más solera del centro de la capital
Una tienda de uniformes, Vallesa; una de artículos religiosos, Sobrinos de Pérez; una mercería, La Camerana; un hotel, la Posada del Peine; una relojería, la Antigua de la calle de la Sal... son algunos de los comercios centenarios que ha visitado la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. Acompañada del presidente de la fundación Villa y Corte, Ángel Manuel García, propietario además de la relojería de la calle de la Sal, la alcaldesa rindió homenaje con su visita a estos establecimientos que se mantienen, en algunos casos a duras penas, generación tras generación, sorteando crisis y dificultades.
Algunos confesaban que su mayor temor era «que el cliente piense que hemos cerrado». La peatonalización de la zona que visitó la alcaldesa -el entorno de la Plaza Mayor- les gustaba como comerciantes, pero «no tanto como vecinos», se lamentaban algunos. Hay casos de éxitos clamorosos , como la maravillosa Posada del Peine, que además de su imponente exterior, cuenta con un interior cuidado hasta en el menor detalle -«los cristales de las ventanas los hemos recuperado siguiendo el diseño original», explicaban sus responsables a la alcaldesa-.
Ana Botella, presentada ante algunos visitantes angloparlantes como « the chief of Madrid », contempló con asombro el anuncio publicado el año de la boda de Alfonso XIII, en 1906, publicitando la relojería de la calle de la Sal, que ofrecía «composturas con verdadera garantía». En el madrileño distrito Centro sobreviven más de cien comercios centenarios , explicó el concejal del distrito, Enrique Núñez. A sus puertas, sobre el pavimento, una placa metálica recuerda su condición de veteranos del comercio madrileño.
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