Inquietante debut de Nadal en Roma

Rafa Nadal debutaba en el Masters 1000 de Roma todavía con la final perdida ante Djokovic en la cabeza. Su primer partido, contra el 148 del mundo, Paolo Lorenzi , iba a ser un mero trámite, pero comenzó con las mismas dudas con las que terminó el Mutua Madrid Open. El viento y el frontón en el que se convirtió el italiano también pusieron en serios aprietos al mallorquín. [Narración y estadísticas]

En el primer set, Nadal parecía estar en otro mundo, quizá pensando en ese primer partido perdido en su tierra. Contra el imbatible Djokovic, que osó acabar con su reinado en tierra, no tuvo opción ni fue el Nadal que conocemos.

Logró el primer break con el 3-2 a favor, pero no pudo rentabilizar la ventaja. Lorenzi le respondía a todo y Nadal no conseguía ajustar su muñeca para buscar las líneas . Jugó sin arriesgar y Lorenzi se creció. Tanto, que terminó por llevarse la primera manga gracias también a los múltiples errores que cometió el manacorense.

El segundo set comenzó con la misma tónica. Los errores fueron demasiados y el resultado se mantuvo igualado hasta el 4-4. Allí Nadal metió el acelerador y se sacudió las dudas de encima. Lorenzi no le siguió y el de Manacor sacó su mejor cara para llevarse el set. Levantó un 30-0 en contra para llevarse el noveno juego y la segunda manga se cerró con un 6-4.

Sin embargo, en pocos momentos vio en su juego la distancia de calidad que le separa del 148 del mundo. Mucha culpa de ese sufrimiento en ambos sets lo tiene un primer servicio que no le acaba de funcionar; solo consiguió un 59% de los saques. Esa victoria en el segundo dio alas y la confianza necesaria al mallorquín para quitarse de encima a un Lorenzi en un tercer set sin historia . El de manacor se obligó a terminar por la vía rápida y Lorenzi dejó de luchar.

Con más rabia que de costumbre en sus partidos de debut, Nadal terminó el partido con el gesto fruncido, pero ya concentrado sin duda en la siguiente ronda.