Consolas: Del Tetris a la Wii, seis décadas de historia

En los años 50 y 60 aparecieron los primeros ordenadores digitales que ocupaban una habitación entera. Y no fue hasta el año 1972 cuando aparece la primera consola doméstica de la historia, la Magnavox Odyssey. Se enchufaba a la televisión y no tenía color. Para suplir esta ausencia, el usuario ponía en la pantalla un filtro que permitía disfrutar de las imágenes en color. El aparato iba acompañado de un juego de mesa con el que se iba contabilizando la puntuación. Nada que ver con los últimos modelos del mercado como la Wii y su innovador detector de movimiento.

El mercado del videojuego está en constante reciclado y cada año nos invaden nuevas y mejores consolas que cada vez simulan de forma más precisa la vida real. En apenas unas décadas se han pasado de grandes armatostes a ligeros aparatos que podemos llevar a cualquier parte. Ahora, el Centro de Historia de Zaragoza acoge una exposición única que recorre la historia de las videoconsolas y los juegos a través de los años. «La vida es juego» es el nombre de esta muestra. Los más jóvenes pueden comprobar lo poco que se parece sus máquinas a las primeras y los más mayores harán memoria y recordarán los juegos del pasado.

La exposición está dividida en cinco grandes apartados. El primer bloque, que es el más extenso y el que más curiosidades aporta, está dedicado a la historia de las consolas. En esta parte, el visitante se puede encontrar con aparatos que van desde la citada Magnavox Odyssey, hasta la XBox 360 pasando por la Master System, la NES, la Megadrive o las portátiles Game Gear y Game Boy, entre otras.

El segundo bloque se centra en el desarrollo de los videojuegos y en todo el trabajo que hay detrás de cada uno de ellos. Aquí se puede ver desde los bocetos previos hasta las texturas, las aplicaciones tecnológicas y el making off del producto.

La tercera parte está centrada exclusivamente al lanzamiento del producto y es que el éxito o fracaso de un videojuego se mide por la capacidad de venta que acumula en su primera semana de vida.

El cuarto apartado está dedicado a desmitificar los clichés negativos que existen en la sociedad alrededor de este mundo lúdico, y el espacio final nos permite ponernos manos a la obra y jugar a videojuegos en diversos sistemas.