«No van a desaparecer los PC y tablets, sino que se van a especializar»

-Microsoft acaba de cumplir 25 años en España . ¿Qué balance extrae de este tiempo?

-Muy positivo, en primer lugar, porque somos el 70% de todo el empleo de software del país. Muy positivo desde el punto de vista de gente, porque somos la segunda mejor empresa para trabajar en España y llevamos los últimos nueve años en los que nos hemos mantenido ahí. Y luego muy positivo también para los clientes porque ahora estamos trabajando con seis mil empresas del sector. La cifra de negocio ha aumentado y este año estamos doble dígito y, de hecho, tenemos posibilidades de terminar los mejores de toda la zona norte. Este año van bastante bien todas las áreas, incluso el área de pequeña y mediana empresa y consumo, que tradicionalmente ha sido más difícil, hemos visto una franca recuperación en los últimos seis meses.

- ¿A qué se debe ese impulso?

- La gran empresa ha dilatado los proyectos y se ha mantenido relativamente bien, lo que ha pasado es que ha recuperado la pyme, sobre todo, la parte de la mediana empresa. ¿Qué ha pasado ahí? Ante una buena oferta tecnológica, cambiando a pagar por el servicio, con la nube, se pueden olvidar del hardware. Es un pago que se siente menos en la cuenta de resultados porque, en vez de ser una inversión fuerte, las empresas pagan porque usan. La nube está empujando muchísimo. Luego en el segmento del consumo, están pasando estas cosas: uno, que el fin de vida de Windows XP que ha ayudado mucho a la venta y, por supuesto, las consolas.

- Usted es una de las pocas directivas que dirigen una multinacional. ¿Por qué no se ven más?

- Me siento una privilegiada, que he trabajado muchísimo para estar donde estoy, que tengo que hacer malabares con mi tiempo. Estoy muy contenta, hago lo que quiero hacer. Y quien pueda decir eso es un privilegiado. Ahora, hay detrás un gran esfuerzo. No hay más mujeres en cargos directivos porque algunas no quieren. Es verdad. Una posición como la mía tiene su parte muy buena, pero luego también tiene su servidumbres. Luego es cierto que hay algunas empresas donde la igualdad de oportunidades no está ahí. Dicho eso, es muy respetable que la definición de éxito de una mujer no sea tener una posición como la mía. Las empresas tienen que darle a las mujeres las posibilidades que quieran hasta donde ellas quieran llegar.

- ¿Qué cambios personales supusieron con su desembarco en España en 2008?

- Llegué en diciembre de 2008 pensando que llegaba procedente de un mercado tan convulso como Latinoamérica. Antes de llegar a España estuve quince años fuera y manejaba la presidencia del Cono Sur (Argentina, Paraguay, Chile, Bolivia) y tenía ganas a un mercado un poco más desarrollado en ese sentido, menos convulso. Cómo fue el aterrizaje; fue absolutamente inesperado a lo que yo me esperaba encontrar pero me pude traer muchas de las cosas que yo había visto en mercados que había dejado. Sorprendida sí.

- ¿Cómo se integrará Nokia en su nueva empresa matriz?

- Pensamos realmente que los dispositivos de Nokia son buenas piezas de tecnología y nos completa esa última milla que nos faltaba que es, realmente, tener un dispositivo propio. Ahora podemos tener la conversación de lo que va dentro del dispositivo y el propio dispositivo. Supone mucha ilusión y un complemento perfecto para nuestro portafolio.

- ¿Habrá cambios radicales?

- Los negocios están cada vez más en los servicios. Todo nuestro software está disponible como servicio. Todo, desde el software del centro de procesamiento de datos hasta el de la Xbox, productividad. Así que lo mismo en el móvil. Y para haberlo lanzado hace tan poco tiempo, unos dos años, estamos muy contentos con el avance, particularmente con los últimos seis meses.

- Sí, de hecho Windows Phone ha crecido paulatinamente y son ya 24 los países en los que supera a la plataforma de Apple (iOS).

- Hemos tenido empresas de sectores muy emblemáticos como la banca que ha adoptado toda nuestra plataforma.

- Beneficiados de la caída de BlackBerry …

-Sí, claro. Ahora mismo en esa visión integral la parte donde podemos encajar todas las piezas, podemos hablar de cómo se une, por ejemplo, Office con el teléfono, nos ha ayudado mucho. El negocio no está en el dispositivo. Es más, el margen de los dispositivos es mínimo. El negocio está en los servicios.

- ¿Qué problema cree que ha causado que Windows Phone no gane más cuota de mercado y compita en condiciones frente al duopolio Android-iOS?

- Nosotros ahora somos el «challenger». En estos dos años somos la tercera plataforma, pero en venta de teléfonos, hoy, hay sitios donde vamos por delante de Apple. Ahora el desafío es acortar distancias con Android y ni siquiera digo Android, es Samsung, aunque Samsung tiene teléfonos con nuestra tecnología [gama Ativ]. Los operadores nos apoyan. Los operadores quieren que haya diversidad de plataformas y huir de los monopolios y duopolios. También, la propuesta de valor es muy buena. Los teléfonos de Nokia son muy buenos y realmente son teléfonos que, una vez que la gente los tiene, está muy contenta. Nuestro desafío es que tenemos que ponerlos más al frente del consumidor. Aparte de que el móvil es muy bueno está conectado con nuestro ecosistema, que te sirve para trabajar y entretenimiento.

- ¿Influye mucho que el operador recomiende a un cliente un teléfono u otro?

- Influye muchísimo. Nadie tiene asegurado nada. Compañías que sabemos que cambian su posición de mercado en meses. Y al revés. Esto va de ponérselo fácil al consumidor y que, sobre todo, lo prueben. Una vez que están con nuestros teléfonos no se van a cambiar, pero el desafío ahora es que sigan. Vamos a terminar el año con un 8% del mercado, que estamos contentos. Queremos más, pero el año que viene queremos, por lo menos, duplicar los datos.

- En la última edición del Mobile World Congress de Barcelona Nokia presentó un nuevo móvil que soporta sistema operativo móvil Android . ¿Cómo valora este movimiento?

- Lo valoro bien porque va los servicios de Microsoft. Es un teléfono que tú lo ves y estéticamente se parece mucho a Windows Phone. Me gusta porque va a cubrir un segmento y un precio que si no no estoy segura que hubiera ido con nuestros servicios. A mí me parece bien y a mucha gente de la compañía cada vez más.

- Se le ha criticado duramente a Steven Elop, otrora presidente de Nokia, por actuar, supuestamente, como el «Caballo de Troya» y entregar el símbolo tecnológico de Finlandia a Microsoft. ¿Cree que había una estrategia prevista desde hace años para consolidar esta operación?

- No creo que haya sido improvisado pero tampoco tengo un conocimiento de una estrategia. Creo que ha sido una evolución natural de la conversación. Las compañías que quieren ser cada vez más relevantes en el mundo del móvil cada vez ocupan no solo el móvil sino, como decíamos, los servicios. Necesitaba masa crítica en poder jugar en toda la conversación para dar un giro de 180 grados. Creo que ha sido un movimiento natural y la posibilidad de Nokia de poder competir frente a frente contra otras plataformas, si no estaría ahora donde han estado otras marcas como BlackBerry, Motorola o muchas otras que se quedaban como jugadores de nicho.

- ¿Qué ha supuesto la llegada de Satya Nadella al frente de Microsoft ?

- Ha supuesto tres cosas: está todo el mundo muy contento de que haya sido alguien interno, porque eso da un buen mensaje a los empleados. Segundo está todo el área internacional contento de que sea un perfil internacional. Lo escuchas y tiene su super acento que es un aparte que también dice [de su nombramiento]. Tiene un perfil muy técnico, y eso es importante y bueno, no es alguien que venga del marketing y ventas, viene del mundo de la tecnología y, de verdad, sabe el entendimiento entre los grupos de producto y los grupos de venta, y eso es muy importante porque le da mucha credibilidad ante todos los grupos de desarrollo y ante la posibilidad de marcar la ruta. Para eso se necesita mucho anclaje. Y luego los cambios que está haciendo son positivos. Ha aterrizado muy bien con los empleados.

- Además, experto en la computación en la nube («cloud computing»), una de las tendencias actuales en tecnología, ¿no?

- Estamos en un momento buenísimo en «cloud». En España estamos subiendo a 450 empresas por semana a la nube y Satya [Nadella] precisamente está ahí por lo bien que ha ido el «cloud» en Microsoft. Fue el creador de esta tecnología dentro de la compañía, lo que le ha valido para que fuera elegido.

- ¿Supone un cambio drástico para la pyme subirse a la nube?

- Hemos pasado de ser una compañía de venta de licencias a servicios, y empieza cuando ya ha nacido la tecnología. Es un cambio muy importante pero, curiosamente, no es tecnológico. Porque la tecnología es transparente para el usuario si está en la nube o lo instala en la máquina. Ellos [por la empresa] lo ven claro porque desde el punto de vista de costes les sale. Muchas de las compañías no tienen un área de tecnología. Sí es un cambio muy importante, y para nosotros nos supone que cada vez más estemos cerca de las compañías. Es el segmento que más está creciendo. Es la puerta de entrada para que una pyme tenga una infraestructura tecnológica para que sea productiva similar a la de una gran empresa. Antes tenían que pensar en comprar servidores, departamento IT, comprar las licencias, los mantenimientos. Incluso hasta el gasto de electricidad está ahora absorbido por el proveedor. Está haciendo que la gente cada vez más habla el lenguaje de la gente. En el sector de la tecnología hablábamos para la gente técnica y para la gran empresa. Creo que esto nos ha obligado a realmente hablar un lenguaje mucho más sencillo, de valor para el cliente y entendiendo que un empresario que maneja una compañía de siete empleados claramente invierta en esto.

- Y el mercado de las tabletas. Con la Surface no consiguieron convencer a los usuarios. Con las nuevas más pensadas en al área de la productividad, ¿qué camino cree que debe ser para adentrarse como un jugador importante en este sector?

- El que hemos seguido en los últimos seis meses. Lo que pasa ahora es que no tenemos inventario suficiente. El mayor valor de la Surface Pro es que es la primera tableta que es una tableta de sustitución, no de acompañamiento. Tú te puedes el PC en tu casa o donde quieras y con esto [señalando a su propio dispositivo] de nuevo tienes tus vídeos, tus fotos y, realmente, es un maquinón. Tenemos que seguir haciéndolo como hasta ahora para ver qué espacio ocupa en el mercado. Luego lo que hay que seguir haciendo, y eso va más allá de Surface, desde que la hemos lanzado los fabricantes tienen tabletas más importantes y mejores. Es importante lo que tenemos con los fabricantes, donde a nosotros nos miden con tabletas con Windows. Estamos viendo en el mercado del hardware que no hay ni una categoría ni dos. Es que ya hay el PC, pero tienes el convertible, el «all in one»… No va a desaparecer ninguna de las categorías, al revés, cada vez más se van a segmentar. Hay gente que quiere una máquina y no tener dos dispositivos. Este [por Surface] sí es un dispositivo para la gente que quiere llevar un solo dispositivo y olvidarse de todo lo demás.

- Entonces, ¿los ordenadores tradicionales han muerto?

- No, el PC tiene mucha vida y las tabletas también. En los últimos 18 meses ha habido tal revolución en disponibilidad de opciones que, al revés, no van a desaparecer las categorías, sino que se van a especializar.

- ¿Por qué se lanzaron dos versiones de Windows 8 en tan poco tiempo?

- Porque no podíamos esperar más. En un momento se tomó la decisión de lanzarlo pero no podíamos retrasarlo más. Eso estaba planeado así.

- La jubilación de Windows XP , ¿ha ayudado a renovar el parque de máquinas?

- Prácticamente en el sector empresarial ya no queda nada de XP. Windows XP lleva catorce años, nos gusta XP, pero no puedes tener una tecnología de hace catorce años porque los clientes se están perdiendo muchas cosas.

- Ha habido rumores de que Microsoft también trabaja en dispositivos «wearables» . ¿Cómo ve esa tendencia?

- En algunos casos es tendencia, en otras está siendo realidad. Nosotros estamos trabajando mucho en esto. Estamos continuamente trabajando y patentando muchas tecnologías y, particularmente, los «wearables» son ahora más una tendencia que está dispuesta a quedarse. Estamos activos en ese mundo, pero muchas veces el juego se acertar en el tiempo adecuado, ni demasiado ni demasiado tarde, pero que estamos preparados y estamos trabajando ahí, sí.

- ¿Aprecia más innovación que beneficio de estos productos para el usuarios, o al revés?

- Se lanzan muchas cosas y, como pasa en los negocios, de cien quizá avancen dos. O, incluso, com sucede con la tabletas, es posible que sea demasiado pronto y pase un tiempo y esperen. Lo que sí es cierto, y es una realidad, es que triunfan los entornos móviles. Cada vez más hay que incorporar más la tecnología a nuestras vidas. Cada vez más se tiende a que la tecnología esté de forma natural en nuestras vidas, y en nuestras vidas están los relojes, las gafas… Dicho esto, ¿hay algunas tecnologías y corrientes que están desde el punto de vista sorprendente pero que eso no son un modelo de negocio? Sí. Las compañías tenemos que afinar porque todos estamos para tener percepciòn y realidad de innovación, pero también con afinar para que sea un negocio.

- ¿Para cuándo la informatización real en la Administración?

- Hay parte de la Administración que está muy bien informatizada. La Agencia Tributaria, por ejemplo, tiene una tecnología pero de las mejores del mundo. España no está atrás para nada en la informatización de la administración pública, aunque hay determinadas áreas en las que hay que avanzar más rápido.

- ¿Qué áreas?

- Sanidad, Educación, Justicia… En Sanidad, por ejemplo, tenemos que meter tecnología para, por ejemplo, que los centros de salud no se congestionen y puedan tratar a los enfermos crónicos desde sus casas. No es fácil a veces, pero se están planteando las condiciones y proyectos. Incluso dentro de estos ámbitos hay determinadas comunidades que van por delante.