Los rectores escenifican su rechazo a la política universitaria de Wert

El efecto de las medidas, a juicio de los rectores, ha sido «poner en riesgo en el conjunto del sistema universitario sus principios rectores de las últimas décadas: la igualdad de oportunidades, la equidad, el mérito, el servicio público, la investigación y la transferencia del conocimiento, la estabilidad y la perspectiva profesional de las plantillas universitarias». Se refieren, sobre todo, al contenido del decreto de 2012 sobre «medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo», aunque también a otras normas estatales y autonómicas que afectan a las universidades.

El presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas ( CRUE ) y rector de la de Zaragoza, Manuel López , rector de la de Zaragoza, ha señalado que los daños que se producen en un sistema como el universitario son «largos», por lo que quieren advertir «con seriedad» sobre lo que está pasando, informa Efe.

En la declaración, los rectores piden suprimir «las medidas excepcionales que vayan más allá de un ahorro racional y una gestión eficiente y austera» ante las perspectivas de mejoría económica en España.

En este sentido, demandan precios públicos de matrícula en las universidades «accesibles y razonables» en todos los niveles formativos y recuperar el sentido de las becas y ayudas como «garantes de la equidad».

A su juicio, los decretos sobre becas «han cambiado la naturaleza de las mismas, que han dejado de ser un derecho para convertirse en una ayuda por la que se compite, con requisitos académicos endurecidos para el sector social que tiene necesidad de disfrutarlas». Asimismo, «las ayudas Erasmus han restringido también sus criterios de concesión en los últimos dos años», agregan.

En investigación, entienden que «tanto el Gobierno de España como muchos gobiernos autonómicos han deslizado un ejercicio completo, lo que implica un recorte efectivo superior al 33%, con consecuencias irreparables para muchos grupos de investigación».

Para los rectores, son «especialmente dolorosas e injustificables, por su mínimo impacto económico», las medidas que afectan a los jóvenes, como «el incremento de los costes de las segundas matrículas y, sobre todo, que el precio público de los másteres sea considerablemente más alto que el de los grados, afectan a las posibilidades formativas de nuestros jóvenes en un momento especialmente negativo para el empleo».

A la vez, denuncian, «el acceso a la profesión académica se encuentra cerrado para los jóvenes, salvo insatisfactorias tasas de reposición» y los profesores universitarios «carecen de perspectivas en su carrera académica, lo que perjudica la necesaria motivación para la mejora permanente en docencia e investigación».