Colapso de la Sanidad canaria: «Llamaron a la Policía para que echaran a mi cuñada del hospital»

«Es una enferma crónica», explica este hombre, quien recuerda que su cuñada, que aún no ha cumplido los 50, tuvo que ser trasladada del Hospital La Candelaria, en Santa Cruz de Tenerife, a un centro concertado tras una insuficiencia respiratoria grave. Allí, según su relato, empeoró, hasta el punto de que su cuerpo se cubrió de bultos, lo que no impedió que le dieran el alta médica (verbal), un alta que no estaban dispuestos a aceptar en tales circunstancias. «Con la vía puesta, con medicamentos..., le dijeron que se podía ir», agrega Jesús. Hasta el punto de que la dirección del centro recurrió a la Policía «para que la echaran», asegura, una expulsión que pudieron frenar (al cierre de esta edición aún permanecía en el hospital) gracias a la interposición de una denuncia y la colaboración de la Plataforma por la Dignidad de las Personas. «Nosotros ni la hemos abandonado ni la vamos a abandonar», insistía al recordar las palabras de Rivero.

Al margen de este testimonio, las declaraciones del también presidente de Coalición Canaria sobre el estado de la sanidad en las islas han levantado ampollas entre organizaciones, plataformas, sindicatos e incluso la oposición política en el archipiélago. «La del presidente es una explicación burda, un insulto que olvida a los miles y miles de personas que cuidan a sus enfermos en sus casas. Rivero debería preocuparse por que hubiese hospitales donde ubicarlos», señaló José Alonso, de Comisiones Obreras. No menos indignada estaba Mercedes Roldós, diputada regional del PP, que afirmaba que Rivero «quiere esconder su mala gestión culpando a las familias», ya que «si hay un sitio en España donde funciona la red de contención familiar, ese es Canarias, donde se sufre el 35 por ciento de paro sin que haya estallidos sociales».

Rivero rectifica

Ante tal avalancha de opiniones en contra, que le responsabilizaban directamente por la falta de camas hospitalarias en Canarias —CC gobierna desde hace 20 años, exactamente los que llevan transferidas las competencias en materia sanitaria—, a Rivero no le quedó ayer más remedio que rectificar y matizar en sucesivas declaraciones públicas.

A primera hora de la mañana, repitió en la COPE que «las familias hoy trabajan y es difícil el acogimiento a las personas mayores». Más tarde, señaló algo diferente: «No culpo a las familias, nadie quiere tener a un pariente en el hospital», matizó en declaraciones a Efe. Y ya al final de la tarde, en una aparición pública en Madrid, rectificó con claridad al decir que «hay carencias en todas las Comunidades Autónomas» y que, por ello, «no hay culpables» sino «una realidad de los tiempos que vivimos».

Sin embargo, sí ve, claramente culpables el responsable de una clínica privada concertada en Canarias, que prefiere ocultar su nombre. «Los pacientes no están abandonados por su familia. Sucede que no pueden estar en su casa porque tienen alguna patología crónica, pero no hay camas en las islas para pacientes de poca complejidad. Se han construido grandes hospitales punteros, pero no se cubren las necesidades sociosanitarias», afirma.

Se sumaron también a la indignación los trabajadores sociales, la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp), el Foro Social Canario... Todas muy críticas con las palabras del presidente canario y todas con un mensaje común: la «culpa» de este tipo de situaciones en las islas está más en la gestión de la sanidad del ejecutivo de Rivero que en los familiares de estos enfermos.

«Se ha constatado que hacen falta camas, lo que tiene que hacer es ponerlas en funcionamiento; esa es su responsabilidad», advirtió el portavoz de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública, Marciano Sánchez Bayle. «Desde hace cuatro años, los informes realizados por la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales recogen que Canarias ha sido una de las comunidades que menos presupuesto ha aportado para cumplir la llamada Ley de Dependencia, y uno de los últimos informes decía que Canarias era una de las comunidades que más ha recortado en Servicios Sociales en los últimos años», recordaron los colegios de Trabajadores Sociales de Las Palmas y de Santa Cruz de Tenerife.

«No hay abandonos»

Tanto la directora del Servicio Canario de la Salud (SCS), Juana María Reyes, como fuentes de la Consejería regional de Sanidad consultadas por este diario puntualizaron las palabras de Rivero. Lo cierto es que las explicaciones nada tienen que ver con las afirmaciones que Rivero había hecho un día antes. Aquel «las familias no los recogen» del presidente regional se convirtió en un «no pueden atenderlos», «no hay plazas para ellos en centros sociosanitarios» o, simplemente, «carecen de familia».

En términos similares expusieron la situación las fuentes de Sanidad consultadas por este diario, que negaron que se trate de «abandonos». Ocurre que muchos de estos casos son de personas con múltiples patologías que se encuentran, no en centros de primer nivel, sino en centros de otros niveles donde se recuperan de secuelas de enfermedades ya tratadas en aquellos y cuyas familias, simplemente, no pueden atenderles.