La enfermedades profesionales matan a 5.500 personas cada día

En ocasión de la celebración este domingo del 28 de abril, Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que este año 2013 se centra en la prevención de las enfermedades profesionales, la OIT ha publicado un informe sobre «La prevención de las enfermedades profesionales».

La naturaleza de estas patologías está cambiando con gran rapidez: los cambios tecnológicos y sociales, junto a las condiciones económicas, están agravando los peligros existentes para la salud y creando nuevos.

Aunque algunos de los riesgos tradicionales han disminuido gracias a la mayor seguridad, enfermedades profesionales de sobra conocidas, como la neumoconiosis, siguen estando muy extendidas, al tiempo que enfermedades profesionales relativamente nuevas, como los trastornos mentales y los trastornos musculoesqueléticos (TME), van en aumento. Estos últimos son los trastornos de salud relacionados con el trabajo más comunes en los Estados miembros de la UE.

El estrés laboral y sus consecuencias para la salud suponen ya un grave problema. Se han encontrado vínculos que relacionan el estrés con las patologías musculoesqueléticas, cardíacas o digestivas. Si se prolonga, este tipo de estrés puede provocar graves trastornos cardiovasculares.

Además, la crisis económica y la recesión han llevado a un aumento del estrés, la ansiedad, la depresión y otros trastornos mentales relacionados con el trabajo, provocando incluso, en algunos casos, el suicidio.

Las enfermedades profesionales también conllevan un coste considerable. Pueden empobrecer a los trabajadores y a sus familias, reducir la productividad y la capacidad de trabajo y aumentar drásticamente los gastos en atención de salud. La OIT calcula que los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales conllevan una pérdida anual del 4 por ciento PIB en el mundo, o lo que es lo mismo, de 2,8 billones de dólares estadounidenses en costos directos e indirectos. Se calcula que en la Unión Europea el costo de las enfermedades relacionadas con el trabajo asciende, como mínimo, a 145.000 millones de euros al año.

Ante este panorama, la OIT reclama un «paradigma de prevención integral» centrado en las enfermedades profesionales, que incida en su reconocimiento, prevención y tratamiento, en la mejora de sus sistemas de registro y notificación, y en la mejora continua de los sistemas nacionales de seguridad y salud.