Paisaje urbano de Madrid: Se busca la terraza «perfecta»

Según los datos del decano de los arquitectos madrileños, José Antonio Granero, Madrid ha pasado de contar con unas 1.500 terrazas a tener más de 4.000 en pocos años. La vida media de una terraza es de unos tres o cuatro años, lo que significa que estamos justo en el momento en que muchas de ellas han de renovarse. Y lo ideal sería, dice, que se hiciera basándose en unos criterios pensados y planteados por expertos, para intentar conseguir un modelo de terraza que sirviera como elemento distintivo e identificador de Madrid, «como los bistrós lo son de París», explica Granero.

Para ello, el Colegio de Arquitectos (COAM) ha organizado para este viernes 23 de enero una jornada bajo el título «Un Madrid de terrazas», y en la que participarán representantes de las administraciones, del sector hostelero y del mundo del diseño y la arquitectura. Entre ellos, el arquitecto Ben Busche, responsable de tres de las mejores terrazas que se pueden disfrutar ahora mismo en Madrid: las de las plazas de Santa María Soledad Torres Acosta, Jacinto Benavente y Vázquez de Mella.

La actual ordenanza de terrazas que tiene en vigor el Ayuntamiento de Madrid es liberalizadora respecto a esta actividad, y favorece la apertura de estos elementos porque dinamizan la economía y suponen creación de empleo. Pero, advierten en el COAM, además de los efectos positivos de las terrazas –más seguridad, actividad económica, aporta vida a la zona donde se instale– también causa «daños colaterales» –ruido, estrechamiento de las aceras, etcétera–.

«La proliferación de terrazas sin un criterio previo se ha traducido en la canibalización de algunas zonas, se han construido con cualquier tipo de cerramientos, complicando el paso por las aceras a veces...», detalla Granero. La jornada del viernes, organizada por el Madrid Think Tank de la Fundación COAM –responsable de otros proyectos como el «Piensa Sol»– quiere revalorizar estos elementos que, bien pensados, enriquecen la ciudad y a los ciudadanos y pueden ser un estupendo reclamo turístico. Máxime en Madrid, una ciudad donde « las terrazas ya no son de verano : abren nueve meses al año».

La jornada permitirá hacer un recorrido fotográfico por todas las terrazas madrileñas –en colaboración con la Universidad de Salamanca–, o estudiar alternativas que se aplican en otros puntos de Europa –como el suelo radiante bajo tarimas en la terraza, en lugar de las estufas de gas–.

Además, se quiere organizar un concurso que premie a las cinco mejores terrazas: que los clientes puedan votar a través de los posavasos, o también organizar un concurso para diseñar las terrazas-tipo que deberían situarse en cinco ámbitos de la ciudad: el histórico, el ensanche, la calle estrecha, etcétera».