LoterÃa del Niño Consejos para gestionar tu estado de ánimo si te toca El Niño
Lo mejor es no comunicar la cantidad exacta que recibes y te recomiendan hasta practicar la respiración con la inesperada lluvia de millones

Si hoy eres afortunado y te cae un pellizo de la Lotería del Niño, ahí van algunos consejos que atienden y socorren tu estado emocional:
-Ejercicios de respiración. Es recomendable tomar aire tras la gran noticia. Sin duda, es el comienzo de algo nuevo, por lo que los ganadores deben tranquilizarse para poder madurar sus sueños sin cometer errores.
-Ser consciente de la situación. Muchos de los ganadores de la lotería o de grandes premios terminan arruinados. Hay que mantener la mente fría y no dejarse llevar por compras impulsivas que a largo plazo pueden traer grandes problemas.
-Comunicar al entorno que han ganado la lotería, sin revelar la cantidad real. Repartir el premio con los seres queridos es sin duda uno de los mayores placeres para los ganadores, aunque no se recomienda revelar la cantidad exacta para evitar mal entendidos o envidias.
-No dejar el trabajo. Lo más inteligente es acudir al trabajo como cualquier otro día, así se conservará el anonimato y podrán centrarse en qué se quiere hacer, sin dar pistas sobre si ha recibido un premio.
Gestiones prácticas para manejar nuestra nueva fortuna:
-No cobrar el dinero en la sucursal habitual. Siempre es mejor hacerlo en otra sucursal donde no nos conozcan.
-Asesoría profesional. Normalmente los ganadores de un premio grande no tienen experiencia en el mundo de las finanzas, por lo que es fundamental contar con un buen asesor legal y fiscal que oriente a cómo gestionar el importe del premio.
-Buscar más de una empresa de asesoría financiera. Es necesario reunir información sobre empresas del sector para asegurarnos de invertir con sensatez. Con cantidades de dinero importantes, se deben elegir 2 o 3 empresas para que cada una gestione una parte de la fortuna.
Además, cuando ya contemos con la asesoría adecuada, se aconseja crear una lista de sueños, para proceder a la toma de decisiones. Y empezar a cambiar la vida de forma gradual, para que no signifique un cambio brusco en el estado anímico.
