El mayor golpe a Mercamadrid: roban 400.000 euros de una caja fuerte

El robo se produjo en la noche del domingo al lunes. Accedieron por la azotea a una de las naves de la empresa El Encinar de Humienta. Cuando los trabajadores llegaron de madrugada a la nave se encontraron con la caja reventada. Aún olía a quemado. Pero su caja no guardaba nada, según precisaron este martes a este diario y según consta en su denuncia policial. Donde sí se llevaron los cerca de 400.000 euros fue en la nave colindante, de la empresa Manuel Jaquete, a la que accedieron realizando un butrón.

Por causas que se desconocen, tanto el luenes como el martes, la empresa que ha sufrido el robo ha negado que le hubieran sustraido esa o ninguna otra cantidad a ABC. Pero fuentes policiales confirman este extremo sin ninguna duda. La Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación..

La trabajadores de Mercamadrid no se sorprendían por el suceso, pero sí por la cantidad robada. «Eso es mucho. No puede ser la recaudación del día», comentaban en la propia central de carnes, donde conjeturaban algunos que los empresarios tendrían ahí el dinero habitualmente para no ingresarlo en el banco. En este lugar hablaban de otros atracos a fruteros y pescaderos. En los últimos cinco años, aunque no es un dato oficial, se han producido alrededor de ocho atracos de este tipo, según asegura Alejandro González Herrero, gerente de la Asociación de Detallistas de Frutas y Hortalizas de Mercamadrid.

El último robo cuantioso que recuerda González, bastante sonado y denunciado, fue el que se produjo en una de las naves de pescadería. Se llevaron 80.000 euros.

Hace tres años, Mercamadrid era objetivo de atracos a mano armada y robos de mercancías. «La vigilancia es mayor desde que se fue Gallardón y tomó el mando Ana Botella. Ya no están siquiera los africanos que robaban envases de plástico. La gestión de Mercamadrid ha mejorado con todas las dificultades presupuestarias que hay. Es cierto que sigue necesitando más vigilancia y está muy lejos de la perfección», manifiesta González.

Durante la noche, no llega a la decena de guardas de seguridad los que controlan los 2,2 millones de metros cuadrados de Mercamadrid. Examinar todas las zonas, dicen los trabajadores, «es imposible». A eso se le suma que a todo el mundo no se le pide la documentación. El acceso para visitas es libre.