entrevista
Jorge Blass: «La magia no está en el truco, sino en la mirada del espectador»
En busca del «más difícil todavía», se ha propuesto traer a los mejores magos del mundo en la décima edición del festival alcarreño «Por arte de magia»
p. biosca
Su maestro es Juan Tamariz y David Copperfield se interesó por uno de sus trucos, por lo que estuvieron charlando en su estudio durante un buen rato. Ha dirigido varios festivales, tanto a nivel nacional como fuera de España y su cara es conocida de ... sobra por haber dirigido y participado en varios programas de televisión. Jorge Blass (Madrid, 1980) saltaba a la fama tras unir tres líneas telefónicas en una sola en un anuncio, uno de sus primeros trucos cuando empezó en esto de la magia, con tal solo 12 años. Incombustible e inconformista, dice que lo peor de un mago «es que el público sepa lo que va a ocurrir después». Pasen y vean al nuevo director de la séptima edición de « Por arte de magia » (del 14 al 16 de febrero), el festival más mágico del alcarreño auditorio Buero Vallejo.
-¿Por qué decide involucrarse en el festival «Por arte de magia»?
-Es un festival que tiene una tradición increíble y que la gente en Guadalajara lo espera cada año. Precisamente yo participé hace tres ediciones y el Buero Vallejo me encanta porque es un espacio sensacional para la magia. Me contactaron de Cultura del Ayuntamiento y me plantearon organizar el festival y darle un nuevo aire. Yo encantado, porque llevo organizando festivales por toda España y en otros países como EEUU y Francia. Poder crear en este festival un show distinto, traer a magos como Tamariz, Dani Daortiz o otros magos que no habían estado, es una gran ocasión. Por otro lado, lo genial que tienen estos festivales es que acercan al público distintos estilos de hacer magia. En esta edición por ejemplo viene Jerome Murat, que combina la magia y el mimo; también Suso y Victoria, que vienen de Alemania que hacen unos cambios ultrarápidos de vestuario. Todos esos estilos, esa fusión de disciplinas, hacen que el espectador durante una hora y media, aparte de asombrarse, conozcan una forma de hacer magia.
-«Por arte de magia» lleva siete ediciones, el año pasado se celebró el Congreso de Magia Nacional… ¿Guadalajara empieza a ser un referente en esta disciplina?
-El campeón de cartomagia, Adrián Vega, actuará en la gala de magia de cerca y es de Guadalajara. Tiene una técnica increíble y nos sorprendió a todos. Y, efectivamente, en Guadalajara están surgiendo muchos magos y se está convirtiendo en una ciudad mágica. No solo por el festival, sino porque hay una asociación que tiene mucho recorrido, por ejemplo. En el futuro habrá grandes magos aquí. Y ojalá en el futuro se pueda hacer una escuela de magia.
-El «cabeza de cartel» este año es Juan Tamariz. ¿Cómo consigue involucrarle en este festival?
-A lo largo de muchos años ha estado en televisión, ha hecho giras por todo el mundo… y ahora selecciona dónde quiere ir y es difícil. En los últimos años yo he tenido mucha relación con él. De hecho, soy alumno desde los 12 años de su escuela y hemos hecho giras por diferentes países. Y cuando me encargaron lo de Guadalajara yo tenía claro, después de revisar quién había estado y comprobar que Tamariz no había actuado, era conseguirlo, porque es el mago del país, el maestro de todos nosotros y el genio. Pudimos hacer que cuadraran las fechas y efectivamente estará el domingo. Es el mago de los magos.
-De hecho, seguramente sea el primer nombre que venga a la cabeza de cualquiera si se nombra la palabra «magia» en España...
-Totalmente. Yo empecé a los 12 años viendo sus programas en la televisión. Y tuve la suerte de luego conocerle y aprender de él. Tuve la suerte de nacer en Madrid, que es donde él vive, aunque nació en Écija, y gracias a esa cercanía he podido evolucionar. Yo soy mago en gran parte gracias a él. Encontré una escuela de magia, que curiosamente era de su hija y dirigía él mismo. Era mi ídolo. A lo largo de los años nos hemos visto en muchas ocasiones, y no olvidaré que a los 19 años me invitó a que viajara a Nueva York a un congreso de magia donde actuamos los dos juntos. Fue muy especial. Es una relación larga profesional y también de amistad.
-Y al igual que en España, a nivel internacional sería... ¿David Copperfield?
-Es el mago más célebre de nuestro tiempo, sin duda. Tuve la suerte de conocerle hace algunos años y es uno de los grandes. Ha inventado la macromagia, heredera de Houdini. Es la superestrella más célebre. Es un hombre que merece todo lo que ha conseguido, porque es un trabajador nato, alguien que ha reinventado la magia. Lo conocí hace 8 años en su estudio por primera vez y tiempo después compartimos una sesión de trabajo, porque hay un truco que hago inspirado en Facebook y él estaba interesado. Hablamos de ello largo y tendido, me dio muchas ideas. Le vi muy generoso. Un tipo que, aparte de trabajo, es un apasionado de la magia y que tiene las miras puestas en seguir evolucionando, hacer cosas más imposible… Siempre que voy a Las Vegas cada año voy a ver su show y hace dos o tres juegos nuevos. Es un adicto al trabajo y realmente ha conseguido lo más difícil que hay en el arte, que es reinventarse.
-Hablando de trabajo. ¿Cuál es el día a día del mago?
-Hay mucho estudio, mucha prueba y error, un montón de procesos que el público no conoce y que no debe conocerlos, porque lo que importa es que se siente en la butaca y lo que ofreces les interese, sorprenda y emocione. Hay mucha dedicación. Es algo vocacional, como la cocina. Lo importante es que esté rico, pero le echas horas de esfuerzo. Primero tienes una idea, luego la intentas poner en práctica, no funciona. Tienes que hacer prototipos, diseños… Y lo más importante es ofrecer al público algo nuevo y que le sorprenda. Ahora la gente que te ve está mucho más avanzada del que había hace cien años, porque pulsa un botón y se comunica con Australia. No se conforma con el truco de cortar una mujer por la mitad. Tienes que sorprender todo el rato, que no se esperen nunca lo que va a pasar.
-La televisión en este sentido, ¿ha podido hacer daño al existir programas que revelaban trucos?
-La verdad es que siempre se han revelado trucos de magia. Antiguamente, en el vodevil americano, salía un mago haciendo un truco y después otro que lo desvelaba. Ahora con internet eso se ha multiplicado. Pero creo que la magia es más que un truco. Hacer un show y conseguir emocionar va más allá. Por eso, aunque un mago salga y desvele un truco, para un mismo juego hay muchos métodos para conseguirlo. Hay mil formas de hacer desaparecer desde una moneda hasta un elefante. Yo creo que, aunque muchos magos se quejaban de este tipo de programas, en realidad no eran tan malos. Al final el que se desvele un método nos activa y hace que inventemos otros otras formas de hacerlo. La magia tiene que evolucionar y llegar a ese «más difícil todavía».
-¿Y es más difícil ser mago que dedicarte a otras disciplinas artísticas como la música, el cine o el teatro?
-Cada disciplina tiene su dificultad. Lo unico es que la magia necesita las herramientas del actor , para saber moverte por el escenario y hablar; y al mismo tiempo estás haciendo la técnica secreta que nadie ve. Trabajas a un segundo nivel. Ocultas objetos, diriges la mirada a otro lado… Hay un nivel de dificultad mayor por el hecho del propio secreto. En otras artes la técnica está a la vista, como en la música. Pero la magia es un arte en que la técnica los magos la perfeccionamos a fondo para que permanezca oculta. Es una cosa noble de este arte.
-Cuando termina un show con qué se queda: ¿con la cara del niño sorprendido o la cara del padre estupefacto?
-Es curioso porque en otros espectáculos no pasa, pero aquí el padre y el niño se quedan con la misma cara de sorpresa. Y por eso es un arte para todos los públicos, porque tengas la edad que tengas siempre te sorprende. La magia no está en el truco ni en el mago, sino en la mirada de ese espectador ilusionado que te mira y no entiende qué estás haciendo. Eso es lo mejor y lo que te engancha cuando empiezas, al menos en mi caso. Te das cuenta de que con la magia puedes hacer feliz a la gente. Puedes sorprenderla y hacer que su día sea memorable.
-En cuanto a futuro. ¿Qué retos se propone para siguientes ediciones de «Por arte de magia»?
-En principio lo dirijo este año, y, si va bien, supongo que me llamarán para más festivales (risas). A lo largo de los años lo que he hecho ha sido viajar. Hago cinco o seis viajes al año donde veo los últimos shows de magia que están presentando, las últimas novedades. En Madrid llevo dirigiendo el festival Internacional de Magia y en EE.UU dos festivales. Por eso intento estar al día de lo que está pasando y por eso en este primer festival que dirijo aquí he querido traer a los cracks mundiales, que sé que van a causar sensación. No solo Tamariz, que es un grande, sino nacionales e internacionales. Cada año será un nuevo reto, intentar superar el anterior y plantear cosas distintas. Sobre todo eso, diferentes formas de hacer magia. En España siempre ha habido una tendencia muy marcada, que es la de mi maestro Tamariz, que es unir la magia con el humor. Pero hay muchas formas de hacer magia y en el mundo cada vez más magos que están creando nuevos actos y números cada vez más sorprendentes. Que la gente cambie la percepción y la vea al nivel de otras disciplinas escénicas, como la danza o el teatro.
-Y como profesional de la magia, ¿Cuál es su futuro?
-Intento también evolucionar. Estoy preparando un nuevo espectáculo para septiembre con nuevas magias. No parar de preparar cosas y que el público cada vez que te vea se sorprende. Lo peor que tiene un mago es que ya se esperen lo que va a pasar, así que tenemos que darle al coco y sorprender al público del siglo XXI.
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