Los resultados de Caja Rural ratifican la viabilidad de su programa financiero

Para el director general de la Entidad, Víctor Manuel Martín López, «estos resultados consolidan a Caja Rural Castilla-La Mancha como entidad líder, fuerte y responsable, con un músculo financiero robusto y un balance de oro macizo, más que suficiente para mantener el dinamismo y la capacidad de respuesta actual a nuestros socios y clientes ante situaciones adversas futuras, tanto o más que las actuales».

El margen neto de la Entidad y la excelente evolución de su ratio de eficiencia; el reducido ratio de morosidad, su potente estructura de recursos propios y una muy holgada posición de liquidez la han hecho aumentar su base de clientes e incrementar los créditos al tejido productivo, a la administración y a los particulares.

Caja Rural Castilla-La Mancha consiguió metas sumamente ambiciosas en el ejercicio 2012, en medio de un escenario complicado e inestable pero satisfactoriamente superado.

Crecimiento de márgenes

En cuanto a los resultados, el margen financiero creció un 35,31% gracias a la excelente evolución en los volúmenes de negocio y la contención en los costes. A su vez, el margen bruto se incrementó en un 27,56%, situando los ingresos brutos en los 100,5 millones de euros.

El margen neto de la entidad se situó en 42,8 millones de euros, con un rotundo crecimiento del 78,73% frente al ejercicio 2011. De ese margen neto, la Entidad destinó 20 millones de euros a provisiones extraordinarias para cubrir las exigencias marcadas por los dos decretos gubernamentales de saneamiento del sector financiero.

Paralelamente a dicho crecimiento, la evolución del ratio de eficiencia operativa fue extremadamente positiva, mejorando en un 18%. Dicho progreso ha estado basado, por un lado, en un férreo control de los costes de explotación, y por otro, en la magnífica evolución de los resultados recurrentes de la Entidad en un escenario adverso como el actual.

Uno de los puntos fuertes y hecho diferencial que demuestra el acierto de un modelo de negocio basado en la alta calidad de clientes y en el perfil bajo del riesgo crediticio es la increíble tasa de morosidad de Caja Rural de Castilla La Mancha, que se situó nada menos que ocho puntos por debajo de la registrada por el sistema financiero español, con un espectacular ratio del 2,76% frente al 10,44% del sector.

Para refrendar aún más la brutal solidez y seguridad de la Entidad, dichos saldos dudosos se mantenían cubiertos por fondos de insolvencia en un 101,57%, prácticamente el doble que la media del sector.

Estas dos variables reflejan la implicación de toda la organización en la gestión del riesgo del crédito, así como el análisis riguroso y realista de las operaciones concedidas, demostrando la «salud» financiera de la cartera de inversión crediticia de Caja Rural Castilla-La Mancha.

Insistiendo en esta magnífica salud de la Entidad, los recursos propios a finales del año 2012 ascendían a 303 millones de euros. En base a ellos, Caja Rural Castilla-La Mancha mantenía un ratio de solvencia del 12,82%, lo que representaba un excedente de fondos propios sobre los mínimos regulatoriamente exigidos de 114 millones de euros. En consecuencia, la Entidad presentó un ratio de capital principal del 12,21% al cierre del ejercicio, lejos del 9% exigido normativamente.

Exceso de liquidez

Este balance se vio reforzado con una posición de liquidez con disponibilidad inmediata de 1.101 millones de euros, equivalentes al 23,6% del activo de la Caja, o lo que es lo mismo, un ratio de cobertura de depósitos de clientes sobre la inversión crediticia de la entidad de un 131,36% frente a un 72,5% del sector.

Según Martín López, «nuestra Entidad nunca ha recurrido a inversores institucionales para financiarse; su fuerza está en los miles de pequeños clientes que confían en ella por lo que es y por cómo hace las cosas».

A 31 de diciembre, el balance total consolidado público del Grupo Caja Rural Castilla-La Mancha experimentó un crecimiento de 600 millones de euros, lo que representa un ascenso del 14,74% hasta llegar a los 4.663 millones de euros.

Contundente Plan de Expansión

En 2012, Caja Rural Castilla-La Mancha abrió al público nada menos que 44 oficinas y agencias financieras, sumando 244 puntos de venta en un entorno adverso y de cierre de 8.000 sucursales en lo que viene durando el proceso de restructuración bancario). La gran familia de Caja Rural Castilla-La Mancha ha seguido creciendo hasta 809 personas, entre empleados y agentes, los cuales ofrecen un servicio de calidad, cercano, humano y comprometido con el cliente, formando un gran equipo que todos los días trabaja para llevar un modelo de servicio eficiente por toda su área de influencia.

9.000 nuevos clientes

Fruto de ello, y dada la buena situación de Caja Rural Castilla-La Mancha y la tranquilidad que transmite, 9.000 nuevos clientes confiaron en ella durante este 2012, superando ya la cifra de los 340.000.

Esta confianza y crecimiento se materializa, en lo que respecta a recursos gestionados de clientes, en un crecimiento de 254 millones de euros, un alza del 8,39% hasta alcanzar los 3.291 millones de euros.

La fuerte captación de recursos permitió conceder un total de 7.829 operaciones de inversión crediticia por importe de 539 millones de euros, para consolidar la cifra total de inversión crediticia en la Entidad en 2.266 millones de euros al finalizar el ejercicio.

El director general concluye que todos estos datos reafirman la previsible evolución positiva de Caja Rural Castilla-La Mancha en el futuro, dada su recurrencia de resultados y su sólida base de clientes.

«Los cimientos de Caja Rural Castilla-La Mancha son firmes y sólidos, como también son ambiciosos los objetivos fijados por esta institución que recibe generales elogios, no sólo por su balance anual, sino también por su contribución al desarrollo de nuestro territorio».

Ampliación de capital

Como hecho relevante, Caja Rural Castilla La Mancha quiere destacar que toda esta confianza depositada por sus socios y clientes y el respaldo mayoritario otorgado a su gestión, ha hecho que la Entidad haya acordado una admisión de aportaciones voluntarias al capital social por importe de hasta 41 millones de euros, debido principalmente a la numerosa demanda insatisfecha registrada en la anterior ampliación de capital de 2010, así como a la avalancha de peticiones procedentes de las nuevas áreas de expansión.

«La prudente y rigurosa gestión del ejercicio sumada a este proceso de ampliación de capital garantizará la solvencia y la estabilidad necesaria para afrontar el futuro con la seguridad que nuestros socios y clientes merecen».