La necesidad de una reforma educativa

La aplicación de un modelo comprensivo, sectario, sin valorar la cultura del esfuerzo, ni la figura del profesor, ha traído como consecuencia los funestos resultados obtenidos hasta ahora en las sucesivas pruebas internacionales, tanto en jóvenes como en adultos. El alumnado español ocupa el puesto 27 de la OCDE (6º por la cola) en los resultados PISA 2010.

El modelo educativo de un estado moderno, llamado a desarrollar un importante papel en Europa y en el mundo, debe procurar el éxito de los estudiantes y fomentar le excelencia en todas sus etapas y niveles. La mejora de la formación y cualificación de los jóvenes resulta esencial para que dispongan de la preparación necesaria con vistas a su desarrollo personal, profesional y social. La actualización y recualificación de los ciudadanos activos genera conocimiento añadido y potencia la creatividad y el espíritu innovador.

Si revisamos la imagen que nos presenta nuestro modelo educativo actual, nos encontramos con lo siguiente: los bajos resultados obtenidos por nuestros alumnos en los estudios internacionales, junto a las tasas de abandono temprano de la educación y la formación, un 25%, sin una cualificación profesional que les permita acceder al mercado de trabajo, además de un fracaso escolar del 26% que limita las opciones de formación continua y sus posibilidades de progreso, nos lleva a un distanciamiento de los países de nuestro entorno con similares niveles de renta y desarrollo y está propiciando, junto a otros factores de crisis, que un 57% de nuestra juventud, en edad de trabajar y desarrollar una propuesta de vida, se encuentra en paro.

Esta situación nos lleva a la conclusión de que es preciso cambiar los parámetros en los que se ha movido el modelo educativo, su concepto y desarrollo, marcado por las sucesivas leyes socialistas en estos más de 25 años. Necesitamos un modelo educativo moderno y flexible, transparente para la sociedad y ágil para su adecuación a las necesidades e intereses del alumnado y de las familias, con niveles de calidad similares a los de nuestro entorno e inmerso en una mejora continua y en procesos de innovación constante para adaptarse a los nuevos tiempos. Nos jugamos mucho mas que la simplificacion de elegir entre religion o educaciin para la ciudadania

Precisamos de una reforma educativa que huya de los debates ideológicos que han dificultado el avance en los últimos años, que ofrezca solidez a la estructura educativa del sistema, que proporcione respuestas a las debilidades constatadas, que presente criterios, objetivos y medidas avalados por los actuales informes nacionales e internacionales, basada en evidencias científicas contrastadas y que nos ayude a converger hacia los objetivos marcados por la Estrategia Europea en Educación “Europa 2020”.

La reforma educativa promovida por la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa LOMCE se apoya en las evidencias reconocidas y recoge las medidas y modelos prácticos desarrollados en otros países de nuestro entorno, avalados por resultados contrastados en los estudios internacionales.

Así pues, la LOMCE fundamenta sus principios, a lo largo de su desarrollo articulado, tomando en consideración los estudios internacionales que ponen de manifiesto que los países que han avanzado en la calidad y resultados de su alumnado han puesto en marcha determinadas medidas como la simplificación del currículo, el refuerzo de las materias instrumentales y la flexibilización de los accesos y trayectorias educativas, adecuándolas a las necesidades del alumnado. Además, contempla en su contenido el desarrollo de procedimientos globales de evaluación externa, a lo largo de las etapas educativas y consistentes en el tiempo, así como el incremento de la transparencia de los resultados obtenidos, una mayor autonomía y especialización de los centros educativos junto a la rendición de cuentas por el profesorado y equipo directivo y el incentivo del esfuerzo y responsabilidad del alumnado.

Los principales objetivos que presenta la LOMCE son disminuir la tasa de fracaso escolar y de abandono educativo temprano, mejorar el nivel de conocimiento y de la cualificación profesional del alumnado para conseguir mejores resultados acordes con los criterios internacionales, fomentar los valores del esfuerzo y la responsabilidad, garantizar la libertad de elección de las familias y fortalecer la función docente y el reconocimiento profesional y social del profesorado.

La LOMCE considera al profesorado como uno de los pilares fundamentales del buen desarrollo de un sistema educativo. Existen evidencias científicas de la influencia de su selección y formación, así como de su trabajo cotidiano, en la obtención de los mejores resultados del alumnado. El liderazgo al frente de los centros educativos y la autonomía de los mismos, junto a la transparencia y rendición de cuentas, es otro factor determinante en la mejora de la calidad de la educación.

Nadie duda de la necesidad para ser competitivos, y es una lastima que esta se desarrolle en tiempos economicos convulsos que distorsionan el debate, pero nuestras actuales tasas de desempleo juvenil son insoportables, algo hay que hacer y de firma urgente. Es intolerable que quienes nos han traido hasta aqui y han condenado a varias generaciones a la desesperanza mantengan sus posiciones inmovilistas, sean incapaces de pactar un modelo estable yconciban la educacion como un instrumento politico de control social y no el mecanismo de mejora comopetitiva y acceso al empleo que los nuevos tiempos exigen.