Netanyahu y Lieberman fijan sus prioridades antes de iniciar las negociaciones
Abogarán por «tres grandes cambios»: redistribución de la riqueza, mejora del acceso a la vivienda y cambios en el «sistema de gobierno»

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su compañero de coalición Avigdor Lieberman han mantenido una «larga reunión» en la que han fijado las que serán las prioridades de la alianza Likud-Israel Beitenu de cara a las conversaciones para formar Gobierno que comenzarán la próxima semana.
Netanyahu ha explicado a su salida de este encuentro que, en el ámbito nacional, abogarán por «tres grandes cambios», como ha descrito la redistribución de la riqueza, la mejora del acceso a la vivienda y cambios en el «sistema de gobierno». Estos puntos se suman a «la seguridad y la diplomacia», claves planteadas por el líder del Ejecutivo en materia internacional, según declaraciones recogidas por la prensa israelí.
«Hemos recibido un mensaje claro de la población, que quiere que continúe liderando el país», ha dicho Netanyahu en referencia a las elecciones parlamentarias celebradas el martes , en las que el bloque Likud-Israel Beitenu obtuvo el 23,23% de los votos -31 escaños de los 120 que componen la Knesset (Parlamento)-. La segunda fuerza más votada fue Yesh Atid , del presentador reconvertido a político Yair Lapid, con el 14,21% de los sufragios (19 escaños). El Partido Laborista ha obtenido el 11,46% (15 escaños), mientras que el Shas y Habayit Hayehudi (Hogar Judío) contarán con once escaños cada uno tras lograr el 8,82% y el 8,75% de los votos respectivamente.
Por su parte, el Judaísmo Unido de la Torá obtuvo el 5,28% (siete), mientras que el partido de Tzipi Livni, Hatnuah, se ha hecho con el 5,03% (seis). También han logrado representación parlamentaria Merezt (4,58%, seis), Raam-Taal (3,81%, cinco), Hadash (3,13%, cuatro), Balad (2,76%, tres), y Kadima (2,09%, dos).
Cámara dividida
Estos resultados suponen el margen más estrecho hasta la fecha entre el bloque de derecha y el bloque de centro-izquierda en la Knesset, ya que los primeros tendrían 60 escaños y los segundos 52. Si al centro-izquierda se sumaran los diputados árabe-israelíes, la cámara podría quedar dividida por la mitad.
Netanyahu ha repetido este miércoles que su intención es la de formar un Gobierno «amplio», aunque de momento no ha entrado a señalar a posibles compañeros de administración. La líder del Partido Laborista, Shelly Yacimovich, ya ha adelantado que afrontarán la próxima legislatura desde la oposición y con ánimo «combativo». Asimismo, le ha dirigido un mensaje a Lapid, a quien ha pedido que no se alíe con un Ejecutivo que quiere «desmantelar alternativas» y al que ha ofrecido colaboración en caso de que intente formar una «coalición alternativa».
Aunque Yacimovich considera que los resultados obtenidos son «mejores de los que se podía soñar hace un año y medio», no ha ocultado que son «decepcionantes». Por su parte, la líder de Hatnua, la exministra Tzipi Livni, ha descartado cualquier acuerdo para entrar en el Gobierno. Hatnua, ha explicado, se situará «en el que bloque que combatirá la extrema derecha».
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