La justicia belga absuelve a Tintín de racismo
El célebre álbum del dibujante belga Hergé, publicado originalmente cuando la hoy República Democrática del Congo era una próspera colonia belga, ha sido finalmente absuelto de la denuncia interpuesta
ENRIQUE SERBETO
La justicia belga ha determinado que las aventuras de "Tintín en el Congo" no pueden considerarse como una obra «ofensiva» o «racista» y ha desestimado la demanda que exigía que fuera obligatorio insertar una advertencia en este sentido y retirarla de la clasificación ... de obras infantiles. El célebre álbum del dibujante belga Hergé, publicado originalmente cuando la hoy República Democrática del Congo era una próspera colonia belga, ha sido finalmente absuelto de la denuncia que habían interpuesto el ciudadano congolés Bienvenu Mbutu Mondondo y el Consejo Representativo de las Asociaciones Negras de Francia.
Los querellantes han sido condenados a pagar una indemnización simbólica de 110 euros
Es más, los querellantes han sido condenados a pagar una indemnización simbólica de 110 euros a las editoriales Moulinsart y Casterman . en la sentencia, los jueces del tribunal de casación de Bruselas dicen que el personaje de Tintin no solo no puede considerase «racista» sino que, al contrario, «cultiva la amistad» con otros personajes negros, «contribuye a la paz entre dos tribus enemistadas, no duda en poner su vida en peligro para socorrer a prójimo y lucha contra el mal, que no está representado por un personaje negro, sino por un blanco».
Además, el célebre cómic «es por encima de todo un testimonio de la historia común de Bélgica y el Congo en un momento dado y nada parece indicar que los niños del Siglo XXI no serán capaces de relativizar los estereotipos del los personajes y de poner la obra en su contexto histórico».
Por tanto, la sentencia definitiva estima que no ha lugar a que se obligue al editor a incluir advertencias sobre el particular. La obra ya fue en cierto modo corregida por el propio autor , que vivió la independencia del Congo y eliminó ciertas referencias explícitas a «la patria belga» que aparecían en algunas escenas, además de suavizar un episodio en el que un rinoceronte era desintegrado con explosivos y que a los editores escandinavos les parecía demasiado cruel.
La sentencia afirma que de los dibujos de Hergé «no se desprende que el autor tuviera la voluntad de concebir la obra como vehículo de ideas racistas, vejatorias, humillantes o degradantes hacia los congoleses ni de incitar a los lectores a la discriminación o e odio hacia ellos». Los jueces creen que el célebre dibujante solo pretendía "divertir" con un estilo humorístico «cándido y gentil» y que cualquier modificación de la obra constituiría "un atentado a la libertad de expresión" y dañaría el «valor integral de la obra».
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