Davidelfin supera su luto

El punto en el que se encuentra el diseñador, absolutamente deslumbrado por el aikido , un tipo de arte marcial, ha sido fundamental a la hora de plantear la colección. «Me parece maravilloso ese ritual, en el que lo que pretendes es neutralizar al contrario, al enemigo, pero no dañarlo en situaciones de conflicto. Se trata de educar la propia agresividad», explica el diseñador en su backstage.

Así, ha optado por una colección ambigua, en el que desdibuja la identidad de la mano de pantalones amplísimos, que por detrás parecen faldas, con juegos a distintas alturas de elementos plisados y con piezas de kimonos y una falda propia de las artes marciales. Hay elementos que recuerdan a las dos anteriores conexiones, como los triángulos, ya que se busca mantener esa conexión, que no se pierda el hilo de ese luto que está superando.

Del negro más puro va pasando a los grises y, poco a poco, a los blancos, que introduce primero en forma de pequeños topos o en los cordones de las Dr. Martens que llevan todos sus modelos, para darle todo el protagonismo con piezas pintadas como cuadros por Santiago Ydánez, uno de los artistas favoritos de Davidelfin. Los diseños, además, empiezan orientales y se van occidentalizando hasta que, finalmente, llega el pleno alivio.