Lara Álvarez: «Estoy más feliz que en toda mi vida»

Lo cierto es que 2015 no ha podido empezar mejor. Con programa nuevo y con un novio como Alonso no hay motivo para venirse abajo. «Soy discreta con mi vida personal, pero he de reconocer que estoy viviendo un momento maravilloso. Estoy más feliz que en toda mi vida», repite cuando hablamos de sus fotos con el piloto asturiano el pasado Fin de Año en Nueva York. «Era mi primera vez y me encantó. También fuimos a Las Vegas», añade.

-¿Sabe que se habló de «la pechotes» (la amiga de «el pequeño Nicolás») para su puesto actual en el programa de la Cuatro «Todo va bien»?

-No me lo han dicho, pero es verdad que Isa («la pechotes») está allí como redactora, y si ella renunció a presentar por su falta de preparación me parece una buena reflexión.

-¿Qué más cosas buenas espera que le ocurran? Está en racha.

-Solo pido que esta felicidad se mantenga.

-Pero con su profesión y, sobre todo, con la de Alonso no lo tiene fácil. ¿Piensa renunciar a algo?

-No creo que haga falta. Lo mejor es ir paso a paso.

-Dicen que Fernando Alonso le ha prohibido que hable con la prensa y que su ex, Raquel del Rosario, vivió esos años casi amordazada (metafóricamente hablando) por las presiones de su pareja.

-Estoy aquí, contestando tranquila, pero todos saben que me gusta mantener al margen mi vida privada , pues creo que solo interesa a mi gente más cercana. Me siento libre para hablar de lo que quiera, pero ni lo he hecho antes ni lo haré ahora. Además, no soy de hacer planes a largo plazo, y sí de vivir el día a día. Tener una profesión tan variable como la mía ha hecho que también improvise en lo personal. Pero si para ser feliz tuviera que sacrificar algo, claro que lo haría.

Sin salir a defenderle como una posesa, Lara asegura que no comparte la imagen que se tiene de Fernando Alonso como un hombre serio y, en apariencia, casi siempre enfadado. «Lo que yo percibo de él es maravilloso», aclara. A sus 28 años, no piensa en boda ni en formar una familia y, según asegura, lo que le quita el sueño es la situación de nuestro país. «Hay que ser positivo, salir del pesimismo generalizado que te puede envolver», confiesa. Y con la misma sonrisa se le llena la boca cuando contesta que «los piropos no me molestan. Si se dicen con gracia o cariño, no entiendo que quieran prohibirlos».