Kim Kardashian: «Antes de ser madre no pensaba en el racismo»

« Nunca supe lo mucho que ser mamá me iba a cambiar . Es increíble cómo una persona pequeña y el amor que siento por ella ha traído un nuevo significado a cada momento. Lo que antes parecía tan importante, ahora se siente insignificante. Es como si me viera el mundo por primera vez , una vez más, pero a través de los ojos de otro. Es una cosa hermosa de sentir, pero mucho más de experimentar. Sin embargo, con esa belleza también llega otra cara de la moneda : ver a través de los ojos de mi hija el lado de la vida que no siempre es tan bonito.

Para ser honestos, antes de que tuviera a North, realmente no le di muchas vueltas al tema del racismo o la discriminación. Evidentemente, es un tema en el que Kanye [haciendo alusión a su prometido, Kayne West, con el que se casará el 24 de mayo ] es un apasionado, pero supongo que era más fácil para mí creer que se trataba de la batalla de otra persona. Sin embargo, recientemente, he leído y experimentado personalmente algunos incidentes que me han puesto mala y me hicieron tomar nota. Me doy cuenta de que el racismo y la discriminación siguen vivos, y siguen siendo tan odiosos y mortales como siempre lo han sido.

Siento la responsabilidad como madre, como figura pública, como ser humano, de hacer lo que pueda para asegurarme de que no sólo mi hija, sino todos los niños, no crecen en un mundo en el que son juzgados por el color de su piel o su sexo o su orientación sexual. Quiero que mi hija crezca en un mundo donde el amor por los demás sea lo más importante. Así que el primer paso que estoy tomando es dejar de fingir que este no es mi problema puesto que es de todo el mundo ... Porque el adolescente de California que fue hostigado y asesinado por sus compañeros por ser gay, el blogger adolescente en Pakistán que recibió un disparo en su autobús escolar por hablar a favor de los derechos de la mujer, el muchacho de Florida que fue injustamente acusado de cometer un delito y, finalmente, murió a causa del color de su piel... todos son el hijo de alguien y la hija de alguien.

Tenemos la responsabilidad de darles una voz y hablar por los que no la tienen, asegurándonos en el proceso de que el odio es algo que nuestros hijos nunca tendrían que ver».