El príncipe Enrique se divierte como un niño, mientras crecen los rumores de boda

Ayer, junto al alcalde de Londres, Boris Johnson, inauguró el Parque Olímpico Reina Isabel, donde se fotografió con un grupo de escolares probando todos los columpios. Como un crío más, trepó, se balanceó y se tiró por los toboganes, entre el alboroto de la chiquillería. Cuando se le preguntó si traería al parque a su sobrino, el Príncipe Jorge (primogénito de los Duques de Cambridge) comentó que «probablemente causará un caos» si se diera el caso.

Y mientras se deshoja la margarita de «boda sí, boda no», se ha publicado su próxima agenda de viajes, que le llevará a Estonia, en mayo, y a Italia, en junio. Ese mismo mes también visitará Brasil y Chile. En la república báltica, el Príncipe Enrique agradecerá de manera oficial el apoyo del ejército estonio a las tropas británicas en Afganistán, desde 2006.

Mientras, en el Reino Unido todo el mundo espera un compromiso oficial de Enrique y Cressida. «Cressie va a casarse con Enrique», comentaron fuentes del entorno de la pareja a los medios. Según las últimas informaciones publicadas, el hermano del Duque de Cambridge «nunca deja de hablar sobre el matrimonio y los hijos, y ella se está acostumbrando a la idea. Es probable que la boda tenga lugar en 2015». En las últimas semanas, la pareja se ha dejado fotografiar en eventos de carácter privado y durante un controvertido viaje de esquí a Kazajistán el pasado mes de marzo.