Rajoy: «El 20-D está en juego avanzar o volver a las ocurrencias y frivolidades»

Al acto han asistido la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; la ministra de Empleo, Fátima Báñez; la titular de Agricultura, Isabel García Tejerina; el presidente del Congreso, Jesús Posada; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes; o la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, entre otros.

«Soy plenamente consciente de la importancia de estas elecciones. Está en juego seguir avanzando o retroceder, crecer o volver atrás », ha aseverado. Rajoy ha subrayado que «ya no estamos ante un país que se desmorona como era aquella España de 2011, sino ante otro erguido y decidido a avanzar», y ha añadido que no ve en el panorama político «ninguna otra fuerza política capaz» de llevar a buen término ese reto.

Rajoy ha recordado que el ADN del PP era la disciplina presupuestaria, la vocación reformista, la seguridad y la previsibilidad, y con ese ADN ha afrontado los retos.

En este sentido, y ya en el coloquio, el presidente ha garantizado que el objetivo de déficit público sí se cumplirá este año, pese a los malos augurios de la Comisión Europea, y se situará por debajo del 3% en 2016 (la previsión es el 2,8%), por lo que España saldrá del procedimiento de déficit excesivo y registrará, por primera vez desde el inicio de la crisis, un superávit primario. A su juicio, España «está en condiciones» de mantener un crecimiento superior al 3% hasta 2018 «si se mantiene el rumbo », lo que permitirá reducir el endeudamiento público y cumplir con los objetivos de déficit.

En este contexto, el jefe del Ejecutivo ha destacado que España ha recuperado la confianza perdida, como demostró el pasado viernes la agencia Standard & Poor's, que ha mejorado la calificación de España, algo que calificó de «buena noticia» porque reconoce el «cambio estructural» de la economía en esta legislatura .

«Dibuja un escenario, un horizonte para España absolutamente inimaginable hace algunos meses porque plantea que España puede crecer a un ritmo del 4% nominal en los próximos años», subrayó Rajoy. Según recordó, «no hace tanto tiempo» España era «el enfermo de Europa» y las páginas de los periódicos «más parecían crónicas de sucesos» y, todo ello, no era producto de la mala suerte, sino de los «problemas económicos, la frivolidad, el desorden, la autocomplacencia y la pereza para hacer reformas».

Ante esta situación, añadió Rajoy, algunos apuntaban a que sólo había dos soluciones, salir del euro o pedir el rescate, pero el Gobierno escogió el «camino del esfuerzo, de la responsabilidad, de la eficiencia y de las reformas». «A pesar de que nos acusan de inmovilistas, este Gobierno ha realizado la mayor agenda reformista de España», reiteró.

Rajoy resaltó que, gracias a ello, España no sólo ha sorteado la crisis, sino que ha sido capaz de hacerlo ganando competitividad, sin devaluar la moneda, sin deteriorar el sector exterior y con los precios por debajo de la media de la zona euro.

Rajoy se ha referido al desafío ilegal del secesionismo , y ha subrayado que mientras sea presidente del Gobierno («y espero serlo algunos años más») velará por el cumplimiento de la ley: «Lo haré con sentido del deber y de la responsabilidad, pero también con sentido de la proporción y con prudencia». Además, ha insistido en que sigue estando dispuesto al diálogo, «pero no para romper la soberanía nacional ni para liquidar los derechos y la igualdad de los españoles».

El presidente del Gobierno explicó que su intención es trabajar para «recomponer la fractura que se ha abierto en el seno de la sociedad catalana», pero no perderá ni un minuto en tratar de dar satisfacción a quien tiene «como único norte la deslealtad y la desobediencia a las leyes que nos hemos dado entre todos». «Colaboración desde la lealtad, encontrarán en mí toda; exigencia e imposiciones desde la deslealtad, ninguna».

En el coloquio del Foro de ABC, varias preguntas se han referido a las críticas de José María Aznar por la gestión del Gobierno y del PP y el resultado obtenido en las últimas convocatorias electoral. Rajoy se ha mostrado esquivo, sin ninguna intención de crear polémica con el expresidente del Gobierno, aunque no puede disimular que no le ha gustado nada su actitud. «No voy a polemizar con el señor Aznar porque a lo que tengo que dedicarme fundamentalmente es a convencer a los españoles de que es bueno que el PP continúe en el Gobierno», ha señalado Rajoy. Y de ahí ha sido imposible sacarle.

Tampoco ha querido referirse a Ciudadanos , al menos de una forma explícita. Rajoy ya ha dejado claro que su adversario en las urnas será Pedro Sánchez, y ese es su objetivo. Sí ha señalado que el PP es el gran partido de las clases medias en España, y ha recordado que ha ganado las dos elecciones de ámbito nacional que se han celebrado esta legislatura: las europeas y las municipales. Y en otro momento ha advertido de que el PP «no es un invento de anteayer ni ha nacido en una tertulia». No se ha hecho desde arriba, sino desde abajo, ha ido sumando a lo largo de la historia, tiene gente en toda España, en cualquier pueblo, hay alguien enarbolando la bandera».

En otro momento del coloquio, se le preguntó qué expresión hacía suya: «Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros, o bien los trapos sucios se lavan en el vestuario» . Rajoy ha contestado con una «X» en la quiniela.