«El auge de los eurófobos me entristece. Quizá sirva para que algunos aprendan de sus errores»

- ¿Cuál es su primera impresión sobre los resultados de estas elecciones?

Los resultados no se alejan mucho de lo esperado. El PPE y el PSE recortan distancia entre ellos y quedan muy por delante de los demás grupos, hay una mayoría europeístas muy sólida que dispone de más del 75% de los escaños y los euroescépticos han subido respecto a 2009 pero menos de los que habían previsto los sondeos.

- Eso sí, pese a lo que se había anticipado, finalmente y por primera vez se ha roto la tendencia y la participación a nivel europeo ha subido. ¿Por qué cree que ha sido? ¿Se han dado cuenta los europeos de la importancia de la UE?

La participación ha subido ligeramente a nivel europeo, probablemente porque ha habido más información y debate que en otras ocasiones. El país en el que más ha subido, Alemania, es también el país en que se celebraron más debates televisivos entre candidatos y donde la discusión entre partidos se centró más en los temas europeos. Creo que la posibilidad de influir en la elección del presidente de la Comisión también ha animado a votar a gente que quizás se habría quedado en casa por falta de aliciente.

- ¿Cómo valora el ascenso de Le Pen? ¿Hasta qué punto va a ser relevante su presencia en el PE en el caso de que consiga representación?

La extrema derecha ha tenido un éxito innegable en Francia, pero desigual o inexistente en la mayor parte de países. Vamos a ver si logran formar grupo parlamentario y si es a expensas de que otros euroescépticos se queden sin él. Llevan muchos años en el Parlamento Europeo, su padre llegó a tener grupo parlamentario, pero su influencia ha sido siempre nula porque hasta ahora nunca han participado en el trabajo real de la cámara.

- ¿Le preocupa el ascenso de fuerzas eurófobas como el UKIP?

Me entristece más que me preocupa. Quizás sirva para que algunos aprendan de sus errores.

- ¿Qué pasos dará ahora el PE? ¿Cuándo sabremos el nuevo presidente de la Comisión? ¿Será realmente Juncker?

El Parlamento ya ha puesto en marcha las consultas internas para ver si hay una mayoría suficiente en torno a Juncker. Por su parte, el Consejo Europeo ha tomado la decisión lógica de mandatar a su presidente para que sondee la situación en el Parlamento y en los Estados miembros.

Habrá que negociar, pero está claro que la mayoría de diputados quieren que el presidente de la Comisión sea uno de los que se presentaron como candidatos al puesto ante los ciudadanos.

- ¿Cuáles cree que son las prioridades más inmediatas del nuevo Parlamento Europeo?

Elegir al presidente de la Comisión, pero no sólo por la persona, sino porque se negociará un programa de legislatura, con sus prioridades políticas y legislativas. A partir de ahí la agenda contendrá asuntos tan importantes como el acuerdo comercial con Estados Unidos, la ley europea de protección de datos o la consolidación de la unión económica, presupuestaria y bancaria.

- ¿Qué cree que fue lo mejor que hizo el anterior PE? ¿Y lo peor?

Lo mejor sin duda ha sido el esfuerzo legislativo de estos últimos cinco años, con casi mil leyes europeas aprobadas, entre ellas muchas destinadas a evitar que se repita una crisis tan terrible como la de los últimos años. No creo que sea lo peor, pero personalmente lamento que el parlamento no haya podido convencer a los gobiernos de la importancia de contar con un presupuesto europeo a la altura de las necesidades de la Unión. Se ha mejorado mucho la propuesta inicial que hicieron los Estados miembros, pero sigue siendo insuficiente.

- Por último, volvamos a los resultados de estas elecciones, ¿pueden dar lugar a un Parlamento demasiado plural, sin que sea fácil que exista una alianza sólida entre partidos?

No lo creo. Populares y socialistas pueden pactar fácilmente, en muchos casos ampliando su alianza a liberales y verdes, o incluso en algunos casos a conservadores o a izquierda unitaria. No va a haber dificultades para sacar adelante el trabajo que se avecina.