Rotas las negociaciones entre Sacyr y el Canal de Panamá, ¿ahora qué?
La decisión final recae en el gestor panameño y, mientras tanto, el consorcio advierte del «riesgo inminente» de suspensión
l. m. ontoso
El anuncio de que, después de apurar las negociaciones hasta las últimas horas del día, el consorcio liderado por la española Sacyr ( Grupo Unidos por el Canal ) y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) no se han puesto de acuerdo para encontrar ... una solución a los problemas de liquidez que arrastra el proyecto de ampliación del Canal acerca el peor de los escenarios posibles: la ruptura total de la ronda de conversaciones que se inició a comienzos de enero, impulsadas por la mediación de la ministra de Fomento española, Ana Pastor, y el presidente panameño, Ricardo Martinelli, y la suspensión de las obras de construcción del tercer carril de esclusas. En juego se encuentra un proyecto de ingeniería y construcción de enormes proporciones, de los mayores del mundo, valorado en 3.200 millones de dólares (unos 2.400 millones de euros).
¿Qué va a ocurrir con las obras?
De momento, las autoridades panameñas no han oficializado la ruptura de las negociaciones. Ha sido Grupo Unidos por el Canal (GUPC), el consorcio integrado por cuatro empresas (además de Sacyr, la italiana Salini-Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA), el que esta mañana ha remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) un extenso comunicado en el que exponía la situación tras finalizar el plazo de negociación previsto sin un consenso. El grupo de empresas explica que la «ruptura de las negociaciones» pone tanto el proyecto de ampliación del Canal como los 10.000 empleados que trabajan en él en «riesgo inminente».
El grupo de empresas emitió el pasado 30 de diciembre una carta de preaviso de finalización de las obras a partir del 20 de enero si las autoridades panameñas no solucionaban los problemas de falta de liquidez, derivados de unos sobrecostes que cuantificaron en 1.600 millones de dólares (1.200 millones de euros). Casi la mitad, por tanto, del importe de adjudicación de la obra. Sin embargo, este aviso no se hizo efectivo y se postergó la fecha límite en dos ocasiones. La última marcaba el día de ayer, 4 de febrero, como la nueva línea roja.
¿Se ha paralizado ya el proyecto?
Aún no. Debe ser la Autoridad del Canal de Panamá la que se pronuncie sobre el futuro del proyecto. Se espera que, en breve, el organismo dirigido por Jorge Luis Quijano revele si, pese a todo, transige con la propuesta de Sacyr y el resto de compañías (que pasa por una inyección conjunta de fondos, en la que GUPC aportaría 370 millones de euros adicionales y la ACP, 75 millones de euros) o, por el contrario, asigna la finalización del proyecto a otra empresa.
En los últimos días, han proliferado las informaciones que apuntan a que la estadounidense Bechtel, que compitió en 2009 con Sacyr en un concurso que parecía diseñado a medida de la norteamericana, ha trasladado al Ejecutivo panameño su intención de concluir el proyecto. El embajador panameño en España, Roberto Eduardo Arango, fue preguntado ayer directamente sobre la cuestión durante un acto en Madrid y aunque negó tener «conocimiento» de los posibles acercamientos entre Bechtel y la Administración de Martinelli reconoció que Panamá ya ha elaborado un «plan B» con el objetivo de garantizar la inauguración de las nuevas esclusas en 2015. Algo que, en diversas ocasiones, también había apuntado el propio Quijano.
El proyecto resulta vital para las importaciones y las exportaciones de la economía norteamericana. Y así lo recordó el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, en una visita a las obras que tuvo lugar a finales del año pasado. El dirigente norteamericano, incluso, consiguió el compromiso (de palabra) del Ejecutivo de Panamá para construir el cuarto juego de esclusas en los próximos años.
¿Podría poner Panamá el proyecto en manos de otra compañía?
La Autoridad Panameña ha advertido en diversas ocasiones que en caso de suspensión de las obras podría ejecutar los avales y las garantías, que gestiona la aseguradora Zurich, también presente en las negociaciones. En total, según los cálculos de Quijano, lograría acceso a unos fondos de 1.500 millones de dólares. La aplicación de dichas garantías tendría un coste para el Estado español, ya que la mitad del aval de 400 millones de euros asegurados por Zurich, está a su vez respaldado por la aseguradora pública Cesce.
Si la ACP tomara esta decisión, el consorcio amenaza con «años de litigios y arbitraje en las jurisdicciones de todo el mundo». Además, según los informes de Zurich, el proyecto, que en principio estaba previsto inaugurar durante este año (cuando se cumple el centenario del Canal de Panamá) se retrasaría entre 3 y 5 años. En cualquier caso, sea cual sea la decisión de las autoridades panameñas, las próximas horas son cruciales para el futuro de la vía interocéanica. Y de Sacyr, que lleva durante toda la jornada bursátil como el valor que más cae del parqué madrileño (6,27%).
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