La Solheim Cup marca el comienzo del primer grande de la temporada femenina

Sin embargo, enfrente tendrán un hueso muy duro de roer. El cuadro europeo estará dirigido por la sueca Carin Koch, que a sus 44 años tiene un brillante palmarés en el torneo bienal. Ha disputado cuatro ediciones como jugadora (con dos victorias y 11'5 puntos ganados sobre 16 jugados) y en la última de Denver, donde se logró un triunfo histórico (10-18), fue vicecapitana. "Estamos muy confiadas y deseando volver a jugar en casa. En Alemania tendremos el apoyo de nuestro público y la presión será para ellas. Nosotras lo daremos todo para conseguir el tercer triunfo consecutivo", expresó confiada.

Para Koch, el liderazgo de su grupo lo ostentará Suzann Pettersen, aunque las españolas compondrán un bloque muy sólido junto a la noruega. "Ya se vio en la última Solheim lo que las hispanas aportan al equipo: frescura, intensidad, competitividad... son unas chicas estupendas, con mucha calidad y cualquier capitana las querría tener a sus órdenes." El golf continental está viviendo un gran momento, como lo demuestran los éxitos continuados ante los estadounidenses tanto en la Solheim como en la Ryder Cup . Y ese espíritu es trasladable de un equipo a otro, pues, "estuve presente en Gleneagles, conviví mucho con los chicos y el ambiente que se respira es increíble -confirma-. Creo que lo vivimos mucho más que los americanos y eso se transmite luego en el campo."

El hecho de que la mayoría de las buenas jugadoras europeas estén jugando en Estados Unidos no debería ser un problema a la hora de hacer su selección. Carin tiene claro que "las mejores van a sumar los puntos suficientes para entrar por ranking y, si no lo consiguen, yo tengo cuatro elecciones a dedo para compensarlo. Sé cómo juega cada una y lo que pueden dar de sí, por lo que si a última hora veo que alguna necesita un empujón no dudaré en acercarme a ella y echarle una mano."