ATLETISMO
Ruth Beitia: «Lucho para que el atletismo español no pase desapercibido»
La atleta cántabra revela el secreto de su éxito a los 35 años de edad: «Me he quitado el estrés, ahora disfruto con lo que hago»
MIGUEL ÁNGEL BARROSO
Ruth Beitia en las portadas de los periódicos doblando el pulso al fútbol. La atleta nacida en Santander hace 35 años no da crédito a lo que ve a su llegada a España después de revalidar en Zúrich su título de campeona de Europa de salto de altura. ... El atletismo español ha pasado tiempos de penuria, salpimentados además con algún escándalo, pero en el estadio Letzigrund ha reforzado su autoestima, colonizando los titulares de prensa con buenas nuevas. Y la capitana de la selección ha tenido mucho que ver en este ejercicio reivindicativo.
-¿Como se siente?
-Muy contenta con todo el revuelo, y agradecida por verme valorada como deportista. Ha sido increíble la repercusión que ha tenido este campeonato de Europa. Espero que no caiga en saco roto. Toda mi vida he luchado para que el atletismo no pase desapercibido en nuestro país.
-Doble campeona de Europa y, en Zúrich, consiguiendo el oro con su mejor marca de siempre en un gran evento internacional (2,01).
-Todavía no he puesto los pies en el suelo. Quiero llegar a mi casa, relajarme con mi familia y mi novio, y asimilar lo que he hecho. Hasta ahora todo ha sido trajín, la prueba, el control antidopaje, la cena, la fiesta, el viaje de regreso... La noche del domingo no conseguí pegar ojo.
-Hay una Ruth Beitia antes y después de su amago de retirada tras los Juegos de Londres 2012. ¿Cuál es el secreto de esta prórroga prodigiosa?
-Me he dado cuenta de que se puede disfrutar en la alta competición, y que todo lo que hago, suma. Si el domingo me hubiera quedado clavada en 1,99, en cuarta posición y sin medalla, habría sido feliz solo por el hecho de estar compitiendo en ese estadio y ante ese público tan entendido. A los deportistas nos falta, tal vez, aprender a divertirnos. Esto es como el teatro: los entrenamientos son los ensayos, y ahí está permitido sufrir. Pero cuando llegas a la representación, al torneo, hay que disfrutar a tope del momento.
-Usted siempre ha reconocido la labor de su entrenador, Ramón Torralbo, con el que lleva 24 años trabajando. El domingo estaba en la grada y fue emocionante ver cómo compartieron su medalla de oro.
-En Helsinki, hace dos años, no pudo estar por problemas familiares, así que le debía ese abrazo. Ramón me ha enseñado todo lo que sé de este oficio, es el 50 por ciento de mi éxito, aunque él siempre lo niega. A los técnicos no siempre se les valora como debiera.
-A pesar de los nulos, en la final transmitía seguridad.
-Es que la tengo. No es solo una cuestión técnica, es que he conseguido quitarme la mochila innecesaria del estrés. Sé que la afición sufrió desde casa y desde la grada, pero al final todo salió a pedir de boca. Vivo estos episodios como si fueran un regalo.
-Y cuando se supo ganadora intentó asaltar el récord de España que usted misma posee.
-Sí, no lo conseguí, pero seguiré con el empeño de saltar 2,03, un centímetro más del récord. En la final me sentí tan bien que quise intentarlo. La explosión de alegría por el oro probablemente me restó concentración, pero sé que tengo dentro esa marca y ojalá pueda lograrla en los mítines que me quedan este año.
-¿Se ve en el Mundial de Pekín de dentro de un año y, por qué no, en los Juegos de Río de Janeiro de 2016?
-Ahora mismo me veo marchándome de vacaciones (risas). Y después empezaré a entrenar para la próxima temporada, en la que celebraré las bodas de plata con mi entrenador. Si todo va bien, seguro que participaré en el Europeo de Praga en pista cubierta del mes de marzo, donde también defiendo título. Luego, ya veremos. Hay que ir paso a paso.
Ruth Beitia: «Lucho para que el atletismo español no pase desapercibido»
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete