Britten, contra viento y marea
Espectacular representación de «Peter Grimes» en los escenarios naturales (Alderburgh) que inspiraron la ópera al compositor del que se celebran 100 de su nacimiento
abc.es
El reto era arriesgado pero el éxito ha sido rotundo. Nos referimos al estreno de una nueva producción de la ópera «Peter Grimes» en los mismos escenarios que inspiraron a su creador Benjamin Britten, las playas de Suffolk . Unas representaciones que se enmarcan ... dentro de las celebraciones del centenario del nacimiento del compositor inglés.
Organizado por el Aldeburgh Music (centro de enseñanza y mecenazgo fundado por el propio compositor y su pareja, el tenor Peter Pears), se trataba de recrear esta ópera, inspirada en el poema «The Borough» escrito en 1809 por el poeta de Alderburgh George Crabbe. Una obra que simboliza más que ninguna otra el vínculo de Britten con el pueblo en que vivió y trabajó la mayor parte de su vida, y donde está enterrado con Pears en el cementerio de la Iglesia de San Pedro y San Pablo.
Se cuenta que fue el hallazgo de ese poema en una librería de Los Ángeles (EEUU), durante la II Guerra Mundial en que Britten y Pears, pacifistas, emigraron a Estados Unidos, el que, en añoranza de su tierra natal, le inspiró a escribir la ópera y le impulsó a volver a Suffolk.
Víctima de la sociedad y del destino
Al igual que el poema, la ópera cuenta la historia de un pueblo a través de sus habitantes y especialmente la del brutal pescador Peter Grimes, que, sin embargo, en la versión de Britten deja de ser un mero villano para convertirse en víctima de la sociedad y el destino.
La amenaza de tormenta y las temperaturas no desanimaron a los 1.800 espectadores que disfrutaron de la primera función celebrada el día 17 de junio. Tampoco el sonido pregrabado de la orquesta y el uso de micrófonos por parte de los cantantes. «El Grimes de Alan Oke tuvo una intensidad abrasadora , pero no eran más que pequeñas figuras en un paisaje dominado por dos personajes inexorable e inmutable - la propia comunidad, y el mar», informa The independent.
«La dirección de Tim Albery reforzó constantemente esto, como la gente del pueblo que arrastró los barcos hasta la playa, las redes remendadas, hizo la ropa... A pesar del frío, la representación se vio favorecida por los elementos: la banda de Steuart Bedford inició la música tormentosa de Britten cuando una verdadera tormenta parecía estar gestándose, mientras el sol agonizante tocó las nubes de color rosa con un efecto repentino, algo que ninguna iluminación artificial podría haber logrado».
«Pero la verdadera tormenta no llegó a materializarse, permitiendo al drama reafirmar su propia hiperrealidad al caer la noche y la niebla del mar suavizó las líneas del conjunto: como el pobre, desnudo, animal bifurcado del Rey Lear, este Grimes cantó con todo su corazón y fue sumiso a su muerte, y el mundo, impulsada por la crueldad de la oferta de música Britten, simplemente siguió girando»
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