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REPORTAJE

El archivo secreto de la Batalla del Ebro

La Fundación Juan Negrín conserva en Las Palmas los documentos del que fuera presidente del Gobierno en la II República, incluyendo la cartografía inédita sobre la Batalla del Ebro

Informe secreto de la Batalla del Ebro del 7-11-1938 DESIRÉE MARTÍN

JOSÉ J. DÍAZ DE AGUILAR

La Fundación Juan Negrín , dedicada al estudio y difusión de la personalidad política y científica de Juan Negrín López (Las Palmas, 1892-París, 1956) y de las claves de su tiempo, abrió parte de su inmenso fondo documental sobre la Guerra Civil procedente del archivo personal del presidente del Gobierno y ministro de Hacienda y Defensa de la II República. La entidad repatrió el material a la ciudad natal del histórico político socialista y montó la exposición Batalla del Ebro, ofensiva y repliegue sobre Cataluña. Cartografía inédita del Ejército Popular de la República, que pudo verse el pasado otoño en Las Palmas. Su éxito ha provocado que se prolongue hasta finales de marzo, esta vez con reproducciones exactas de los mapas y croquis; se compagina así la necesidad de preservar los originales con el interés mostrado por muchas personas que no pudieron ver la muestra antes.

Fue necesaria la restauración de la cartografía , procedente de la documentación que se encuentra en proceso de catalogación tras ser donada por Carmen Negrín Fetter, nieta del político canario, y cuyo itinerario desde la salida de España al final de la guerra y su retorno a Gran Canaria está todavía por describir con detalle.

Custodia personal

El presidente de la Fundación, José Medina Jiménez, destaca el esfuerzo y la responsabilidad de Juan Negrín por salvar la documentación al perder la guerra, ocupándose de que saliera de España y guardándola durante toda su vida, ya que «temía que cayera en manos franquistas . Tras décadas de persecución y difamaciones, hace que el archivo se custodie tan bien que se llega a dudar de su existencia. Sabía que era fundamental para justificar y defender la actuación del Gobierno en los años más difíciles de la guerra».

Juan Negrín asumió personalmente la custodia de los documentos oficiales, depositados primero en La Mina Canta o d’en Negrin , un refugio preparado en 1937 por el teniente de carabineros Juan Negrín, hijo, en una mina de polvos de talco en La Vajol, Gerona, al norte del Ampurdán, junto a la frontera pirenaica. Este refugio protegió también cuadros del Museo del Prado y era vigilado por el Cuerpo de Carabineros. Desde La Vajol, el archivo se trasladó, repartiéndose entre Toulouse y París. Al producirse la ocupación alemana Negrín los puso a salvo. Su biblioteca privada y parte del archivo se ocultaron en Andrèsy , una pequeña localidad cercana a París, y los documentos de Toulouse -el archivo oficial- fueron puestos bajo la custodia del cónsul de México en Marsella. En noviembre de 1945, el secretario de Relaciones Exteriores de México, Francisco Castillo Nájera, ordenó la devolución de la documentación y su traslado de Marsella a París, donde permaneció hasta su depósito en Gran Canaria en 2013.

Los documentos retratan la contienda y los avatares del Gobierno y de los exiliados republicanos

Uno de los extraordinarios documentos es el llamado «libro de Prat» , de José Prat, contable de confianza de Juan Negrín, en el que se detalla toda la contabilidad del oro del Banco de España, un tercio del cual, bloqueado como consecuencia de la no intervención, fue devuelto a Franco tras la guerra, recuerda José Medina.

El archivo, que comprende desde su nombramiento como presidente del Gobierno, en mayo de 1937, hasta 1956, año de su muerte, retrata la Guerra Civil y los avatares del gobierno y de los republicanos en el exilio. José Medina fue uno de los principales negociadores para convencer a Carmen Negrín de la importancia de que se trasladara el archivo a Gran Canaria de forma que se garantizara su custodia y conservación, así como el acceso a los fondos por parte de historiadores e investigadores. El inicio de su catalogación destapa un periodo crucial del siglo XX, que va más allá de lo ocurrido en España, pues el presidente Negrín fue un estadista muy consciente de la dimensión internacional de todo lo que estaba ocurriendo fuera, y de ahí que se esforzara por prolongar la guerra en España al vislumbrar un inminente conflicto europeo . La Batalla del Ebro, planificada por el jefe del Estado Mayor Central del Ejército republicano, Vicente Rojo, y por el propio Negrín, perseguía ese objetivo.

Medina valora otra importante faceta del archivo: «Hay familias que todavía buscan a desaparecidos y consultan a la Fundación por si entre sus documentos hay algún rastro». El archivo y la sede de la Fundación se encuentran en el barrio de Vegueta , en la zona antigua de Las Palmas, en un inmueble con impronta militar que albergó instalaciones del histórico Ejército Territorial de Canarias y, posteriormente, la Caja de Reclutas. Dispone de una biblioteca y de salas de exposiciones. El archivo se custodia en una cámara dotada de medidas de seguridad y de condiciones específicas de humedad y temperatura.

Uno de los mapas originales de la decisiva batalla DESIRÉE MARTÍN

Dos orillas del Ebro: al norte, en Cataluña, el ejército republicano; al sur, interponiéndose entre la gran zona republicana de Valencia, del centro y del sureste de la península, el ejército de Franco. Este es el croquis, y así, de forma mucho más detallada, cerca de 40 planos inéditos informan de las vicisitudes de la última y más cruenta gran batalla librada en España, que enfrentó durante 115 días a las mejores unidades de ambos ejércitos y muestran el repliegue del ejército republicano a finales de 1938 hacia la frontera con Francia, por la que huyó medio millón de españoles leales a la República.

La exposición presenta una selección de los cientos de mapas de guerra y de campaña originales elaborados durante la Guerra Civil que señalan la ofensiva, la situación diaria, el repliegue y la posterior retirada del ejército de la República hacia la frontera con Francia. Los principales croquis corresponden a los movimientos de las tropas, aunque faltan los de los meses de agosto y septiembre, lo que puede deberse a que no hubo cambios significativos de posiciones en el frente. La muestra incluye, entre otros documentos históricos, el informe original de Juan Modesto, jefe del ejército del Ebro, integrado por los V y XV Cuerpos de Ejército de la República dirigidos por Enrique Líster y Manuel Tagüeña, sobre la operación de repliegue de las tropas republicanas en los primeros días de noviembre, así como fotografías, manuales de instrucción militar y material de propaganda.

El paso del Ebro

Los planos principales describen las operaciones en la Terra Alta, en el frente entre Mequinenza, Amposta y la estratégica Gandesa , donde se detuvo la ofensiva republicana, en un territorio abrupto con las sierras de Cavalls y Pandols. En papel vegetal superpuesto a los mapas se dibujaron las posiciones republicanas y franquistas, así como los movimientos y variaciones de las líneas de los diversos frentes. En total, una selección de diez mapas de diferentes tipos y escalas, algunos de ellos manuscritos, y cuarenta croquis en tinta en soporte de papel vegetal de diversos formatos.

Los planos restaurados de la Batalla del Ebro describen con detalle los movimientos de los ejércitos

Hay varios especialmente señalados: la secuencia de las primeras maniobras del paso del Ebro comprendido entre las localidades de García, Flix y Ascó, que se estima puede corresponder a la madrugada del 25 de julio, inicio de la ofensiva, con las maniobras de las divisiones del XV Cuerpo del Ejército Republicano bajo el mando de Manuel Tagüeña ; a las 18 horas del mismo día, tras las maniobras de distracción al norte y sur de la curva que el Ebro dibuja en esta zona de la Terra Alta, las tropas de las divisiones del Cuerpo de Ejército de Manuel Tagüeña se hacen con las localidades de Flix y Ascó, continuando su avance en dirección a la sierra de Fatarella y Gandesa, y la configuración del frente a la misma hora tras el avance del V Cuerpo de Ejército de Líster que alcanza las cotas más elevadas de las sierras de Pandols y Cavalls. Un tercer plano informa del avance hasta Gandesa, donde el ejército de Franco consigue detener la ofensiva , iniciándose una fase en que los republicanos tratarán de defender el territorio conquistado el mayor tiempo posible.

Los otros croquis destacados son los que corresponden a la fase final de la batalla, con las variaciones de las posiciones de las líneas tras los combates y la pérdida de las posiciones en la sierra de Cavalls los últimos días de octubre, así como el posterior repliegue hacia Miravet, y los del 15 de noviembre, que describen el fin de la batalla del Ebro con el repliegue de los efectivos de Tagüeña y su retirada por el puente de Flix, destruido tras el paso de los soldados.

El extraordinario fondo documental incluye también varios croquis de los movimientos del ejército del Este retrocediendo hacia el interior de Cataluña, incapaz de detener el ataque enemigo a finales de 1938 y principios de 1939.

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