El método Gamonal se exporta a Barcelona

En el caso de Barcelona, la mecha ha prendido tras el derribo el pasado de lunes de Can Vies , un inmueble en el barrio de Sants que desde 1925 pertenece a la compañía Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) y que lleva 17 años «okupado». En un comunicado, la compañía TMB aseguró que con ello no pretende obtener ningún provecho ni rendimiento inmobiliario ya que los terrenos, situados en la calle Jocs Florals de Barcelona, en el corazón de Sants, «se pondrán a disposición de la ciudad para desarrollar el planeamiento existente y completar la urbanización del entorno de las vías férreas de Sants y la estación de metro de Mercat Nou».

En el Gamonal la protesta vecinal se originó por el proyecto urbanístico aprobado por el Ayuntamiento de Burgos para construir un bulevar en la calle Vitoria y un aparcamiento subterráneo, unas obras en las que se iban a invertir ocho millones de euros.

Las protestas derivaron en ambos casos en graves incidentes vandálicos, con quema de mobiliario urbano, destrozos en sucursales bancarias, barricadas de fuego y lanzamiento de objetos y enfrentamientos con la policía.

Los argumentos de los vecinos de Gamonal contra la obra eran la delicada situación de las cuentas públicas, además de que consideraban que el diseño urbanístico del proyecto acarrearía problemas de circulación y que el nuevo párking no solucionaría los problemas de aparcamiento. Sin embargo, en el caso de Burgos las fuerzas de seguridad detectaron «infiltrados» a «conocidos grupos de violencia antisistema, extrema» cuyo único interés no era la reivindicación de los vecinos, sino el «ejercicio de la violencia» y que se desplazaban de otras ciudades, según informó entonces Interior.

Los altercados de Gamonal dejaron daños en mobiliario urbano por valor de más de 66.000 euros, según el Ayuntamiento de Burgos. En Sants ya ascienden a los 140.000 euros, según las previsiones del consistorio barcelonés.

Tanto en Gamonal como en Sants, hay menores entre los detenidos por desórdenes públicos, daños, atentado contra agentes de la autoridad y manifestación ilícita.

Tanto en el caso de Gamonal, con la etiqueta de #GamonalResiste, como en Sants con #gamosants o #canvies, las redes sociales han jugado un importante papel para extender la protesta y convocar manifestaciones.

Tras el desalojo y derribo de Sants se han convocado manifestaciones en otros barrios de Barcelona y en otras poblaciones catalanas, así como en Palma y Valencia.

Las protestas por las obras de Gamonal también tuvieron su réplica fuera de Burgos, con incidentes en otras ciudades como Madrid, Barcelona o Zaragoza.

Dos centenares de antidisturbios de la Policía Nacional se han desplazado a Cataluña para proteger edificios del Estado en previsión de más incidentes. También en el caso de Gamonal, el Ministerio del Interior trasladó a Burgos a 50 policías de la Unidad de Intervención Policial (UIP).

Los altercados de Can Vies han provocado un reparto de culpas entre los partidos catalanes . El diputado de la CUP, Quim Arrufat, que se desplazó el lunes a Sants para solidarizarse con los desalojados, ha pedido la dimisión del concejal del distrito de Sants, Jordi Martí, por su decisión «poco dialogante y comprensiva» de desalojar Can Vies y ha criticado la «histérica» actuación de los Mossos, que cree que puede crear «tensión» en el barrio. La CUP ha acusado además al ayuntamiento de «encender una cerilla».

También Joan Herrera (ICV-EUiA) ha criticado la mala gestión que se está haciendo del desalojo, pese a que su partido apoyó la reforma urbanística que afecta a Can Vies cuando formaba parte del equipo de gobierno municipal barcelonés.

En Gamonal, toda la oposición se opuso al bulevar. PSOE e IU rechazaron condenar los actos violentos y cargaron contra el Gobierno por «criminalizar la protesta vecinal».