Munilla denuncia el «bombardeo de erotismo» que desequilibra de forma grave

Para el responsable del Departamento de Pastoral de Juventud en la Conferencia Episcopal Española, «no es nada fácil vivir en coherencia con los valores evangélicos en medio de una cultura dominada por el materialismo y el hipererotismo». «Es más, ocurre que como hay muchos jóvenes que han nacido y crecido en este contexto cultural pansexualista, llegan a percibirlo como normal. Es lo que le ocurre a quien ha nacido y vivido a seis mil metros de altura: se ha acostumbrado a esa presión atmosférica».

Munilla se quejó de que en nuestra cultura «se ha perdido en buena parte el sentido y el valor de la sexualidad, al producirse «un divorcio entre sexo y procreación, entre amor y matrimonio y entre sexo y amor». Hoy la sexualidad «ha dejado de ser la expresión de la entrega total de dos personas que se aman, para pasar a ser un instrumento de diversión, e incluso un instrumento para hacerse daño el uno al otro». Para combatir «la herida del pansexualismo», Munilla propone como receta «rescatar la virtud de la castidad de su impopularidad, potenciar los cursos de formación afectivo-sexual y educar en la belleza».

Junto al pansexualismo, el obispo de San Sebastián dijo que otros dos fenómenos de la sociedad actual son el «narcisismo» («percepción errónea de que todo en la vida gira en torno a uno mismo») y la desconfianza («la sensación de no pisar suelo firme y el temor por el futuro»).