El secuestro de Ortega Lara hecho arte

Granadino del barrio de Fígares, nació un 13 de noviembre de 1980 y estudió en el Ave María de la Cuesta del Chapiz. Se autodefine como «una persona de estados extremos», y lo explica porque «mi madre es judía y mi padre palestino». «Esta condición cultural ha marcado en mí una forma de pensar y actuar en todo lo que hago en mi vida y en mi pensamiento», cuenta Jerez a el Ideal.es .

Ahora, da otro paso al frente y realizará, a partir del 29 de noviembre en la sala Jot Low de Madrid, una representación «durante ocho días en las mismas condiciones en las que permaneció secuestrado Ortega Lara, en una recreación del zulo, que podrá ser visitada por el público y en la que se mostrará el progreso de su estado a través de una retransmisión en tiempo real a través de videocámaras».

El comisario de la «performance», Christian Domínguez , informa que el artista granadino busca «un paralelismo 'sui géneris' entre su propia vida y la del secuestrado durante casi un año y medio por ETA en 1996». También, más pegado a la actualidad, pretende «un encontronazo con la ley que ha permitido la liberación de Josu Uribetxebarria Bolinaga por ser enfermo terminal, pero que no deja de ser un asesino» y, a su vez, se solidariza con «las víctimas inocentes producidas por cualquier organización terrorista».

Omar Jerez ha elegido el caso de Ortega Lara «porque mi padre, palestino, fue reclutado a los 18 años por un comando de la guerrilla palestina contra Israel para asesinar judíos y mi hermana a los cinco años fue secuestrada por un comando de su propio padre durante dos años», en los que Omar y su madre, judía sefardí originaria de Granada, perdieron el rastro de la menor.

Omar Jerez, pese a que se murió en Facebook para buscar una respuesta activa de los usuarios, responde precisamente a través del 'chat' de esta red social y explica que «lo del secuestro de Ortega Lara me marca porque si yo me encontrara en una situación como él estoy seguro que me moriría. No hubiera podido aguantar 532 días. Imposible para mi sensibilidad y fortaleza psicológica».

El videoartista explica a continuación que su idea «es en primer lugar denunciar este tipo de actos y en segundo para situarme aproximadamente en el estado en el que vivió Ortega Lara. Es decir, remacha, necesito sentir mínimamente lo que padeció porque Ortega Lara, para mí, es un ejemplo de superación y lo que quiero con esta 'performance', ante todo, es concienciar al público».

-¿Tienes miedo que se malinterprete tu acción?

-No, para nada. Y si es objeto de críticas, es lo normal dentro del tipo de piezas que hago. Las críticas las acepto, pero no las comparto. Pienso que el arte no transgrede. Es la reacción del público la que sitúa una pieza como algo provocativa o nimia.