juegos olímpicos | ceremonia
Ovejas, enfermeras y un fugaz James Bond
Claves del espectáculo inspirado en «La tempestad» de Shakespeare y concebido por el director de «Trainspotting» para inaugurar esta noche los Juegos
BORJA BERGARECHE
El anuncio de que este noche habrá animales vivos en la ceremonia inaugural de los Juegos de Londres 2012 desató las protestas de los defensores del bienestar animal. La inclusión de una cincuentena de personas del Sistema de Salud británico forzó ... la discusión del asunto en el consejo de Ministros, en plena oleada de recortes sanitarios. Y la posición de las cámaras de televisión durante la ceremonia desató una fuerte «pelea creativa» entre el responsable del espectáculo, el director de cine británico, Danny Boyle (Trainspotting, Slumdog Millionnaire) y el director del servicio de retransmisiones del Comité Olímpico Internacional , el español Manolo Romero .
En este país pegado al normal y reglamentario desarrollo de los acontecimientos, la tormenta creativa preparada por Boyle ha chocado con innumerables elementos. ¿El último? Se sospecha que no se han vendido todas las entradas, que podrían ofrecerse a última hora a familias de militares.
Unas 60.000 personas han podido ver con sus propios ojos el espectáculo en los ensayos realizados esta semana. Bajo juramento de no contar nada. El equipo de Boyle ideó una estrategia viral con el «hashtag» #salvemoslasorpresa (#savethesurprise). Tanto el cineasta como Sebastian Coe , presidente del comité organizador, se dirigieron a estos afortunados para pedirles complicidad. Y ha funcionado, con un apagón informativo roto solamente por escuetos comentarios como estos: «Espléndidamente británica, magníficamente majara». «Pekín meh». «La ceremonia es de otro planeta, te saludo, Danny Boyle».
El secreto mejor guardado: ¿quién encenderá el pebetero?
Ayer, un vídeo con imágenes de uno de estos ensayos fue eliminado de Youtube. Así que 62.000 personas en el Estadio Olímpico y una audiencia televisiva que algunos elevan a 4.000 millones descubrirán hoy esa «Isla de las maravillas» que Boyle quiere mostrar al mundo.
El espectáculo ha costado 35 millones, tres veces menos que la espectacular apertura de Pekín 2008, con sus 2.008 tambores. El cineasta ha prometido, a cambio, «humanidad e intimidad» en su celebración de la creatividad de las islas británicas, que movilizará a 15.000 voluntarios , 70 ovejas, doce caballos, diez pollos, tres vacas y dos cabras para reconstruir en un estadio «hich-tech» un paisaje bucólico de la era eduardiana, en torno a un partido de cricket.
El costumbrismo local habrá entrado en escena tras el repiqueteo de una enorme campana de 27 toneladas, fundida en Londres para la ocasión, que anunciará el comienzo a las 10 de la noche (hora española). Daniel Craig , el último Bond (o un actor de doblaje) se descolgará para ello de un helicóptero. «No teman, la isla está llena de ruidos», dicen en «La Tempestad», la obra de Shakespeare que introducirá en la ceremonia el loco afán del príncipe Próspero de crear el atleta perfecto.
McCartne, cierre musical
La reivindicación del entorno rural británico la sitúa Boyle, deliberadamente, sobre las miles de toneladas de suelo industrial descontaminado de Stratford , que han pasado de albergar vertederos de neumáticos, tendido eléctrico a ninguna parte y fábricas en ruinas a convertirse en el último grito en Parque Olímpico. «Es tierra venenosa, un legado industrial sobre el que tenemos una responsabilidad», explicó en enero durante la presentación.
En la segunda parte de la ceremonia, el estadio recordará los «molinos satánicos» que imaginaba William Blake en «Jerusalén», a ritmo también –dicen– de los Sex Pistols o los Rolling Stones. Médicos y enfermeras del servicio de salud serán los encargados de vacunar a la población frente a los males de la era industrial, que se manifestará también en forma de un Londres de posguerra lleno de maravillas.
Estarán Isabel II, la Reina Sofía, Michelle Obama, Dilma Roussef y Angela Merkel
La parte creativa durará unos 90 minutos , y será Paul McCartney quien le ponga el punto final. Hasta la medianoche, desfilarán unos 10.000 atletas de las 204 naciones participantes , bajo la presidencia de la reina Isabel II .
Le acompañarán unos 40 de los 120 jefes de Estado y de gobierno que se estima participarán en estas Olimpiadas. Junto a la Reina Sofía de España, estarán en el estadio Angela Merkel, François Hollande, la brasileña Dilma Roussef, el presidente ruso Dimitri Medvedev y Michelle Obama. Algunas fuentes aguardan todavía una aparición de última hora de su marido; quien sí estará en todo caso es su rival republicano, Mitt Romney, quien ayer se reunión con el primer ministro, David Cameron.
Y se desvelará el secreto mejor guardado: la identidad del o la encargada de alumbrar la llama olímpica. David Beckham , uno de los favoritos, explicó que tendrá un «pequeño papel» en la ceremonia. El campeón olímpico de remo Steve Redgrave es otro de los grandes favoritos de las casas de apuestas, junto a otros atletas como el histórico Roger Bannister –el primer deportista en bajar de los cuatro minutos en una milla en 1954– o el saltador Phillips Idowu . En las quinielas figuran también personajes no deportivos como, por supuesto, los duques de Cambridge, o algún niño londinense anónimo a modo de homenaje al futuro de esta gran urbe.
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