especial alemania y españa: destino común
Intercambio a toda máquina
Alemania nutre de productos a España. El país germano es, además, el segundo destino de nuestras exportaciones. La relación comercial, fluida, sortea la crisis
luis p. arechederra
Alemania y España se necesitan comercialmente. Los datos son tajantes. El país germano es uno de los socios comerciales más importantes de España. Concretamente, el primer país en cuanto a importaciones españolas , y el segundo país en cuanto a exportaciones. Solo está ... por delante en este apartado el país vecino, Francia. Es decir, Alemania es el país al que más productos compramos, y es el segundo donde más vendemos. España, por su parte, es el país número once al que Alemania exporta sus productos. La crisis económica ha relajado la intensidad de esta relación, pero, poco a poco, se recupera. Su importancia es indiscutible.
Alemania es el primer proveedor de España desde 2003
Las secuelas de la recesión se aprecian, sobre todo, en el volumen de importaciones españolas de productos alemanes. Aún así, Alemania ocupa la primera posición como proveedor exterior de España, puesto que posee desde el año 2003. Las exportaciones españolas sufrieron un descenso del 11% en el año 2009, con un volumen de 17.700 millones de euros. Fue el primer golpe de la crisis. Desde entonces, la situación ha dado la vuelta. En 2010, se incrementaron hasta llegar a los 19.453 millones de euros. En 2011, se lograron 21.883 millones de euros. Esto significa que las exportaciones se encuentran ya en niveles superiores a los anteriores a la crisis.
Los sectores que registran mayores volúmenes son la tecnología industrial, la industria química y los productos hortofrutícolas . El importe máximo fue el de la tecnología industrial, que alcanzó los 10.000 millones de euros. El conjunto de estas ventas a Alemania supone un porcentaje cercano al 12% anual del total de las exportaciones españolas.
Las importaciones de en 2011 fueron de 30.740 mill. de euros
Por el lado de las importaciones, la recuperación es más lenta. Una circunstancia que refleja el estancamiento de la economía española. Las cifras de importaciones alcanzaron, en el año 2008, los 39.509 millones de euros. En tan solo un año cayeron un 29,9%, hasta los 27.680 millones. Desde entonces, su volumen ha crecido. Pero lentamente. En 2011, las importaciones se situaron en 30.740 millones de euros. Hay que tener en cuenta que «la mitad de esta reducción corresponde a vehículos de gama alta, como los Mercedes-Benz, Audi o BMW», puntualiza el director gerente de la Cámara de Comercio Alemana para España, von Plettenberg. Los principales sectores donde se han importado productos alemanes es la tecnología industrial, con semimanufacturas y bienes de equipo, por importe de 13.915 millones de euros, y los productos químicos, por un importe de 5.669 millones de euros.
Este diferente ritmo de crecimiento ha provocado, sin embargo, un dato positivo para el país, como ha señalado el director gerente de la Cámara Alemana: «El déficit comercial en detrimento de España es cada vez más bajo». El saldo negativo de la balanza comercial se ha reducido. Este dato ha oscilado entre el 20 y el 30% en los últimos años. El saldo bilateral estaba en -19.612 millones de euros en el año 2008. Los datos de 2011 lo sitúan en -8.916 millones de euros. Sigue siendo alto. Pero menos. Esta tendencia permitirá rebajar nuestro déficit comercial, «lo cual es sanísimo», explica von Plettenberg.
Empresas alemanas en España
El flujo de inversiones entre ambos países también es intenso. Esta oleada de capitales ha llegado en diferentes fases. Desde mediados de los años sesenta hasta los noventa, la inversión productiva alemana aumentó considerablemente. Sobre todo, en sectores como el químico, la automoción o la maquinaria. A partir de los años noventa, los capitales alemanes miraron a otros mercados, especialmente a EE.UU. Pero ello no frenó su presencia en la economía española.
La industria del automovil es fundamental para la economía de España
Esta actividad de capital alemán es fundamental en la industria del automóvil, que es determinante para el conjunto de la economía española. El 15% de las exportaciones españolas tienen que ver, directa o indirectamente, con este sector. Así sucede con los automóviles Volskwagen Polo que se venden desde la fábrica de Pamplona . O con los Seat que salen de los polígonos de Martorell (Barcelona). La inmensa mayoría de la producción automovilística de nuestro país se exporta. Como explica von Plettenberg, «estas empresas ayudan a España a vender fuera». Seat vendió, en nuestro país, 73.524 vehículos durante el año 2011. El grupo ha sido líder en España a pesar de reducir sus ventas respecto al 2010. Pero su actividad exportadora fue verdaderamente positiva: colocaron 276.476 vehículos. Los datos en Alemania fueron sobresalientes: Seat vendió 52.000 vehículos, un 20,9% más que en 2010.
También hay que destacar la industria farmacéutica , o los productos químicos, donde empresas como Bayer lideran el mercado, y el sector de los servicios. Los ciudadanos españoles están acostumbrados a ver en el paisaje de sus ciudades los establecimientos de empresas alemanas como Lidl o Media Markt , entre otros. La filial española de Makro, el centro mayorista de alimentación, alcanzó un total de 1.289 millones de euros en ventas consolidadas en 2011.
El director gerente de la Cámara Alemana también destaca, en este sentido, «el importante trasvase de conocimiento» que se produce entre las compañías de ambos países. Esto ha provocado que algunas de las empresas instaladas en nuestro país desarrollen una tecnología puntera. Cita el ejemplo de Schunk Ibérica, una empresa que produce tecnología para diferentes sectores. La cuota de las empresas alemanas en nuestro país, que también incluye a otras como Mercedes-Benz, Bosch, Siemens o Allianz, tiene una incidencia del 7% sobre el PIB español.
En una encuesta de la Cámara Alemana sobre su situación en el país, del año 2010, la sensación generalizada era positiva. Un 23% de las empresas calificaron la situación de «buena», mientras que un 58% la consideraron «satisfactoria».
Von Plettenberg, sin embargo, niega que la llegada de trabajadores españoles a Alemania sea tan masiva como cree la opinión pública. Existen más trabas de las que parecen. El idioma es fundamental. Y, como von Plettenberg critica, «de tres institutos que ofrecían alemán como idioma en Madrid, dos cerraron el año pasado». Pero afirma que aquellos que se van a Alemania «están contentos».
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