HISTORIA
110 años del primer partido del Real Madrid
Se jugó el 9 de marzo de 1902 entre dos equipos del club en una explanada entre las calles Alcalá y Goya, junto a la Plaza de Toros
Miguel Ángel BARROSO
La escena debió resultar sorprendente a los viandantes poco avisados: unos tipos persiguiendo un balón en una explanada entre las calles de Alcalá y Goya, junto a la antigua Plaza de Toros. ¿Estaban jugando al rugby? «No, al foot-ball», comentó un enterado. «Diga ... usted, ¿qué es eso del foot-ball?». «Pues mire, es un juego que consiste en darle patadas a una pelota grande». Era el domingo 9 de marzo de 1902 y el Madrid Football Club, fundado tres días antes, jugaba su primer partido entre dos equipos del club.
Aquel encuentro serviría para perfilar el primer equipo y enganchar a los primeros espectadores. Aunque para el uniforme aquellos pioneros se inspiraron en el Corinthian de Londres, club fundado en 1882 y disuelto en 1939 (camisa blanca, pantalón negro -enseguida se cambiaría a blanco-), en el primer partido las equipaciones fueron muy diferentes. Por parte del equipo azul jugaron Meléndez, Juan Padrós, A. Spottorno, Gorostizaga, Mendía, Páramo, Neyra, Armando Giralt, F. Palacios, Martens y Rodero. De rojo, José Giralt, Meléndez, Molera, Salvador, Valcárcel, M. Spottorno, Stampher, Juan Palacios, Varela, Celada y Bueno. El equipo azul venció por un gol a cero.
Un par de meses después, el 13 de mayo de 1902, empieza la Copa del Rey Alfonso XIII con el primer Madrid-Barcelona de la historia, con triunfo azulgrana por 3-1 (el gol madridista lo firma Arthur Johnson, más tarde entrenador del equipo; aquel fue el primer tanto oficial del club blanco). En el partido de consolación, el Madrid vence al Español por 3-2, adjudicándose la Copa de la Gran Peña, primer trofeo que llega a sus vitrinas.
El primer título de campeón de España se logra en 1905 en un partido contra el Athletic de Bilbao (1-0, gol de Prast tras un centro preciso de Parages). Por entonces los socios del Madrid Foot-Ball Club pagan dos pesetas y cincuenta céntimos por el abono mensual, y el escepticismo pesa más que la pasión: pocos podían prever que este entretenimiento se convertiría en un deporte de masas, y que el Real Madrid llegaría a ser leyenda.
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