El alemán Sylvester Heereman, nuevo vicario general de la Legión de Cristo

El cardenal De Paolis ha nombrado a su vez segundo consejero general de la Legión de Cristo al brasileño Deomar De Guedes Vaz, de 40 años, actual rector del seminario María Mater Ecclesiae en Brasil, y antiguo director territorial de España del 2002 al 2005. Los relevos en la cúpula de los Legionarios de Cristo forman parte del programa de renovación que está llevando a cabo la Santa Sede a ritmo más bien pausado.

Precisamente este jueves, el cardenal Velasio De Paolis escribió una carta al centenar de miembros consagrados y a las setecientas y pico consagradas de Regnum Christi -la rama laical- en la que confirma la línea de mayor autonomía respecto a la Legión de Cristo.

De Paolis afirma que «tenemos que prepararnos a afrontar el problema del gobierno. Es necesario que el grupo de los consagrados y las consagradas tenga su propio gobierno interno». El cardenal ha nombrado a dos de sus colaboradores para que acompañen esta transición: el padre Gianfranco Ghirlanda para los hombres y el padre Agostino Montan para las mujeres.

El delegado del Papa constata que «hay en todos nosotros un total acuerdo acerca del hecho que los consagrados y consagradas deben gozar de una sana autonomía, lo cual implica que se trate de una realidad asociativa con una subjetividad propia». Pero siguen formando parte del «carisma de la Legión», que es único, «participado de forma diversa por los legionarios, los consagrados y los miembros laicos no consagrados». Por lo tanto, Regnum Christi seguirá colaborando con la Legión de Cristo en un modo que se irá definiendo en los próximos meses y culminará cuando se aprueben los nuevos estatutos.

El cardenal De Paolis confirmó haber aceptado la dimisión de la directora de las consagradas, Malén Oriol, «que desde hace tiempo había manifestado su voluntad de retirarse del cargo de asistente general, no del tercer grado del Regnum Christi».

Quienes en cambio sí se han ido son una treintena de consagradas que continuarán su vida de entrega espiritual bajo la dirección de un obispo diocesano, con el visto bueno de la Santa Sede. El cardenal De Paolis respeta la decisión de las que se van pero les pide que no intenten animar a seguirlas «a otras que están firmes y quieren perseverar fieles a los compromisos asumidos».

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