La radiotelevisión vasca retira un anuncio sobre la asignatura de religión tras una queja de Aralar

Tras introducir algunos cambios sugeridos por EITB «para adaptar» la campaña «a la normativa del ente público», las cuñas radiofónicas comenzaron a emitirse a finales de enero.

Según los obispos, el pasado 1 de febrero EITB les comunicó por escrito que, tras recibir una queja «de uno de los consejeros políticos» del ente público, en concreto Josi Basterretxea, de Aralar, la dirección del grupo había decidido retirar la campaña publicitaria.

Los motivos que, según las diócesis, adujo EITB se refieren «a la supuesta incompatibilidad con los principios de publicidad aprobados por el propio Consejo de Administración».

Según consta en la comunicación remitida la semana pasada por el director general de EITB, Alberto Surio, a los consejeros, a la que ha tenido acceso Efe, el ente público consideró «prudente» retirar la campaña, sobre la base de «una lectura pormenorizada de las citadas cuñas» . «En tal sentido recuerda que la regulación legislativa en materia de publicidad no admite la publicidad de contenido ideológico, religioso o de carácter político, y nuestras normas de publicidad aprobadas por el Consejo de Administración así lo regulan», concluye la nota.

Los obispos se pusieron en contacto con el presidente del Consejo de Administración, Iñigo Iturrate (PNV), y le manifestaron que esa argumentación «fuerza de forma restrictiva la propia normativa de EITB» . «Reiteramos que en el spot se habla de la libertad de elección, conforme a la legislación vigente, de la presencia de una cultura religiosa cuyos contenidos están aprobados por el Ministerio y la Consejería de Educación, dado que forman parte del currículum escolar y que contribuye a la adquisición de las competencias básicas por parte del alumnado establecidas en la legislación», sostienen los obispos.

Las diócesis expresan su «desacuerdo con la decisión adoptada por el ente público» que, a su juicio, «no defiende derechos fundamentales como son la libertad de expresión y la libertad religiosa, manifestando con esta medida una actitud propia de un laicismo excluyente del hecho religioso en la vida social e impropia de una institución pública al servicio de todos».