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ABC Cultural

José Tomás, espejo de la pureza

Sale a hombros por la puerta de los cónsules de la plaza de Nimes tras cortar tres orejas

José Tomás, espejo de la pureza afp

vicente bourg «zocato»

Iban vestidos los dos de color vino. José Tomás de color rioja para España y Thomas Dufau de burdeos para Francia. Vaya formidables cosechas, qué gran paladar, tantos aromas y muchísimo bouquet. José toreó con valor, quietud y grandeza al tercer toro, que no fue ... nada fácil por faltarle por lo menos un puyazo. «El extraterrestre», el «dios de piedra», puso una rodilla en tierra y dibujó nueve doblones impecables. Después vinieron, a pesar de la violencia del toro, naturales ligados, pases de pecho con los dos pies juntos y varios cambios de mano magníficos. Por fin, después de Valencia, Huelva, Bayona y otras tardes, a la octava se le vio sonreír al maestro de Galapagar. Se reencontró con él mismo, el espejo de su toreo tan puro como auténtico.

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