Zara y el «boom.com»

El «ruido» que Zara.com ha provocado en la red se está convirtiendo en su mejor campaña publicitaria. Desde Facebook o Twitter, hasta diarios nacionales y revistas especializadas miran con lupa el desembarco del gigante en la web. En seis meses, el portal estará disponible en todos los mercados en los que está

presente y una vez más, Amancio Ortega parece haber dado una vuelta de tuerca a nuestra filosofía de «shopping».

Hasta ahora en España solo los más «fashionistas» se animaban a comprar moda a través de Internet (en portales exclusivos, como Yoox o Net-à-porter ), pero la diferencia es que Zara promete enganchar a las masas con un solo click.

Ya lo hizo introduciendo el concepto de ropa de temporada y de las tendencias inspiradas en grandes diseñadores. Y si no, piensen en la caducidad que nosotros mismos damos a sus prendas.

La red no entiende de crisis

Algo está pasando en Internet, y es que en plena crisis, el gasto a golpe de ratón no para de crecer. Según datos de la consultora Nielsen, en el segundo semestre de 2010, el 36% de los internautas españoles comprará moda vía online.

¿Por qué Zara ha esperado tanto? La primera en lanzarse a la piscina fue GAP , que en 1997 vendió su primera prenda online y que sigue inmersa en su proceso de expansión web para salir de Estados Unidos. En nuestro país, Mango lleva 10 años vendiendo su ropa en Internet y es ahora cuando prevé el gran salto de la división hacia cifras de negocio importantes. También son online la sueca (online desde 2006, pero no en España) o la británica Topshop (en Reino Unido).

Por ello, algunos apuntan que Zara llega tarde al negocio, pero lo cierto es que ya estamos más acostumbrados a Internet y la casa estima facturar dos millones de euros al año con su nueva herramienta. Apenas un día antes de su lanzamiento, una de las firmas españolas con más proyección en la actualidad, estrenaba su tienda online.

Y lo más importante: Zara.com es una nueva tentación, cómoda y segura, para los 325 millones de consumidores fieles que se calcula que tiene en todo el mundo. El «boom» de la moda.com no ha hecho más que empezar.