El agua mineral no ayuda a adelgazar

Aunque en su publicidad prometan diferentes bondades, "el agua es agua, no es una bebida para adelgazar. Esta es una publicidad que induce al error de consumo y está prohibida por reglamento europeo", asegura la portavoz de OCU, Iliana Izwerniceano, que recuerda que el agua del grifo es una opción más barata que no genera residuos.

La asociación de consumidores no ha encontrado ninguna anomalía de higiene en las aguas envasadas, pero hay que tener en cuenta que el agua envasada no es estéril y, si no se cuida el almacenamiento, puede haber un desarrollo anormal de microbios. En este sentido, cabe recordar que las botellas de agua envasada no se deben rellenar sucesivas veces. Hay componentes de los plásticos que pueden pasar al agua y no son saludables.

Tras verificar el etiquetado, la OCU ha constatado que diez de las 32 marcas analizadas no ofrecen información de contacto y, aunque no es obligatorio, a juicio de la organización es una información muy útil. Otras dos marcas no indican la forma de conservación y dos más incluyen alegaciones no permitidas.

En cuanto al precio, el coste medio de las marcas analizadas por la OCU es de 0,26 euros de la de sin gas y de 0,68 euros de la de con gas. Se recogieron también precios de aguas de marcas de distribuidor de los mismos manantiales analizados, pero la variación entre los productos de marca comercial y de los de distribuidor es mínima, ya que los precios están más asociados al manantial que a la propia marca.

Sin embargo, la variación de precio entre marcas es muy grande ya que en aguas minerales sin gas el precio medio oscila entre 0,13 euros/litro hasta 0,81 euros/litro. Puesto que la calidad de todas las analizadas es buena, la OCU recomienda hacer la elección teniendo en cuenta, aparte del uso, el precio.

LA OCU cobnstató en su último análisis que la calidad del agua en la mayor parte de España es excelente, por lo que se ha puesto en comunicación con las administraciones competentes para que promuevan y potencien la posibilidad de poder beber agua de grifo en los establecimientos de restauración. "Que el consumidor pueda pedir una jarra de agua disminuiría de manera significativa los envases de un solo uso y reduciría el coste medio del menú", señalan.