Los precios no tocan suelo

El problema sigue estando ahí: el crédito disponible es escaso y la capacidad de gasto de los españoles se ha reducido considerablemente, aparejado al aumento del paro. Por si fuera poco, la crisis llegó con un volumen de viviendas en el mercado o en construcción que aún no se ha absorbido. Esto ocurre en la vivienda nueva, pero el panorama se traslada también a la de segunda mano.

La caída de precios es generalizada en toda España, salvo en Galicia, donde en el primer semestre del presente año repuntó en un poco significativo 0,1 por ciento; y en Asturias y Murcia, que en los seis primeros meses del año se mantuvieron con los mismos precios que el semestre anterior. Así consta en el último informe emitido por Sociedad de Tasación, su Boletín de Mercado de Vivienda Nueva.

Según este informe, Aragón ha sido la Comunidad autónoma en la que más ha bajado el precio de la vivienda nueva en el primer semestre de 2010: un 2,1 por ciento. Entre las capitales de provincia aragonesas, Huesca es en la que más ha descendido el coste de la vivienda nueva, un 2,2 por ciento. Le sigue a corta distancia Zaragoza, con una caída del 2,1 por ciento. Teruel, sin embargo, arroja una cifra mucho más discreta, un recorte del precio de la vivienda nueva del 0,9 por ciento.

En cualquier caso, tanto las tres capitales de provincia como el conjunto de la Comunidad autónoma han visto caer el precio de la vivienda nueva en el primer semestre del año por encima de la media nacional, que arrojó un descenso del 0,8 por ciento.

Aun con todo, Zaragoza sigue estando entre las capitales de provincia con el mercado inmobiliario más caro. El precio de la vivienda nueva en la capital aragonesa es de 2.613 euros por metro cuadrados, mientras que en Huesca es de 1.746 euros y en Teruel se sitúa en 1.618 euros por metro cuadrado.

En el conjunto de España, Sociedad de Tasación aprecia una desaceleración en la caída del precio de la vivienda. Está bajando a un ritmo inferior del que lo hacía anteriormente. En el primer semestre de este año se redujo un 0,8 por ciento, mientras que en el segundo semestre de 2009 fue del 1,2 por ciento y en el primer semestre del año pasado la caída llegó a ser del 4,5 por ciento.

Pero está claro que los precios no se van a recuperar a corto plazo. El presidente de Sociedad de Tasación, José Luis Estevas-Guilmain, considera que no dejará de abaratarse la vivienda hasta que se vuelva a crear empleo en España y aumente la capacidad de inversión de las familias. Lo uno y lo otro van de la mano.

Mientras tanto, la consecuencia lógica está siendo la menor actividad en el sector de la construcción. Si hay serias dificultades para vender los pisos que se construyeron en los últimos años, más difícil resulta que un promotor se atreva a emprender un nuevo bloque. Y hay que tener en cuenta que el sector de la construcción ha actuado durante años como motor de la economía, al tirar de otros sectores auxiliares, del sector servicios, de cierta porción de la industria... Y, además, el dinero que ha movido ha tirado también de la demanda de consumo.

Según el último informe elaborado por Sociedad de Tasación, donde más se está notando ese descenso en la actividad de la construcción residencial es en las zonas turísticas y en las áreas periféricas de las ciudades medianas.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística indican que el volumen de viviendas terminadas durante el primer trimestre de 2010 descendió en un 25 por ciento; y en un 40 por ciento se redujo el número de viviendas iniciadas en el mismo período.

Desde Sociedad de Tasación explican que «la demanda presenta, en general, un nivel de retracción considerable. Ésta tiene su origen en los altos precios alcanzados y en las importantes dificultades de financiación, tanto en la actividad de promoción como en la de compra, que se fundamentan en la disminución del nivel de liquidez de las entidades financieras, lo que les obliga a ser más selectivas en la formalización de operaciones de crédito a promotores y a terceros».