«El apoyo de Brasil a Irán en la ONU es arriesgado»

¿Cuáles son las posibilidades del socialdemócrata José Serra de ganar las elecciones presidenciales de octubre frente a Dilma Rousseff, la candidata de Lula?

Están empatados y será una campaña equilibrada y difícil. Todavía es temprano para hacer pronósticos. En sociedades de masas como la nuestra, la ejecución de una campaña es muy importante: hay que tener en cuenta los imprevistos.

¿Serra conseguirá sobreponerse a la popularidad de Lula da Silva, con un 83 por ciento de aprobación?

Lula no es el candidato, la candidata del Partido de los Trabajadores es ahora Dilma Rousseff. Si Lula fuese candidato, sería difícil. Pero Serra compite con Dilma. Y, a pesar de que Lula esté transfiriendo sus votos para Dilma, esos votos no son suyos.

¿Qué le parece el apoyo de Brasil a Irán frente a las sanciones de la ONU?

Nuestro país tiene una tradición de mantener una política exterior independiente y una posición conciliadora. En el caso específico de Irán, veo que hubo un intento del Gobierno brasileño de seguir con esa posición conciliadora, de asegurar que Irán no consiguiera la bomba atómica. El acuerdo firmado —para el intercambio de material nuclear— tal vez generó en la comunidad internacional la sensación de que fue una victoria iraní. Y no era eso. El mundo esperaba que Irán garantizase de una vez que nunca aspiraría a la bomba atómica, y eso no quedó claro. Ahora Brasil ha votado en contra de las nuevas sanciones a Irán en la ONU, ese apoyo es algo arriesgado para quien busca un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

¿El país tiene que actuar directamente en cuestiones como esa?

Brasil busca una posición más proactiva en el mundo, es natural que lo intente, pero creo que tal vez esta cuestión fuese un poco delicada para actuar.

La pasividad del presidente Lula en relación a la muerte del preso político cubano Orlando Zapata Tamayo fue fuertemente criticada.. .

Lula tuvo la desgracia de estar en Cuba para reunirse con Fidel y Raúl Castro justo cuando murió Orlando Zapata. Pero la crítica es procedente. Creo que Lula debería haber realizado algún tipo de protesta por la muerte del disidente por la histórica posición que Brasil tiene en la defensa de los derechos humanos y por su propio pasado.