El Vaticano confirma comportamientos «objetivamente inmorales» de Maciel
El Papa nombrará un Delegado para supervisar el gobierno de la Legión de Cristo y una comisión que revisará sus Constituciones para aplicar una «profunda revisión» de su vida y estructura, según anunció ayer un comunicado de la Santa Sede al término de dos días de trabajo de los cinco obispos inspectores -entre los que figura el español Ricardo Blázquez- con el Papa y los máximos responsables del Vaticano. La Legion manifestó que, de momento, prefiere no hacer comentarios.
La decision de Benedicto XVI recuerda la tomada por Juan Pablo II en 1981 cuando nombró un «delegado pontificio» para gobernar la Companía de Jesus en un momento critico para la orden fundada por San Ignacio, que posteriormente superó sus problemas. En el caso de la Legión de Cristo, en cambio, se trata no sólo de gobernar un periodo de transición y cambio de líderes, sino también de revisar las Constituciones para erradicar el secretismo y el excesivo corporativismo, ambos contrarios al Evangelio, introducidos por Marcial Maciel en parte para ocultar sus propios delitos.
El extenso comunicado de la Santa Sede confirma con toda claridad «los gravísimos comportamientos inmorales» y «verdaderos delitos» del fundador de la Legión, Marcial Maciel, fallecido en 2008, que manifiestan «una vida sin escrúpulos y sin verdadero sentimiento religioso». Según el Vaticano, «gran parte de los Legionarios ignoraban esa vida debido al sistema de relaciones construido por Maciel, que sabía hábilmente crearse coartadas y obtener silencios».
El Vaticano califica de «lamentable» la práctica del «descrédito y alejamiento de cuantos dudaban» del fundador, una injusticia llevada a cabo entre otros motivos por «la conviccion equivocada de no querer hacer daño al bien que la Legión estaba llevando a cabo». Esas tácticas denigratorias y autoprotectivas habían creado en torno a Maciel «un mecanismo de defensa que lo había hecho durante largo tiempo inatacable, haciendo difícil, por lo tanto, conocer su verdadera vida».
La terapia para extirpar lo podrido y empezar un nuevo camino incluirá, según el Vaticano, «un diálogo sincero con todos los que, dentro y fuera de la Legión, han sido víctimas de los abusos sexuales y del sistema de poder construido por el fundador. El comunicado indica que el Papa reza personalmente por las víctimas de abusos sexuales y de difamacion, y manifiesta su «agradecimiento a quienes de entre ellos, en medio de grandes dificultades, han tenido la valentía y la constancia de exigir la verdad».
Es la primera vez que el Vaticano va mas allá de pedir perdón a las víctimas de abusos sexuales y pasa a dar explícitamente las gracias a las personas que, a costa de un tremendo dolor, han intentado hacer limpieza en su propia institucion, exponiéndose a represalias y, en muchos casos, a un ostracismo que les ha llevado a abandonar la orden o incluso el sacerdocio.
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